Bruselas
Récord de horas de huelga
En lo que llevamos de curso y sumando los paros previstos hasta verano, cada comunidad perderá 5,7 días de media en protestas o, lo que es lo mismo, 34,2 horas lectivas
Por primera vez en la historia de nuestro país, el sector educativo irá mañana a la huelga en la que será la primera movilización que abarque a todas las etapas, desde Infantil hasta la Universidad. El motivo no es otro que protestar contra los recortes impulsados por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, para tratar de ahorrar unos 3.000 millones de euros y cumplir así con el objetivo de déficit marcado desde Bruselas. Así, y aunque es verdad que la mayor parte de la comunidad educativa se ha unido a la convocatoria de huelga –tan sólo País Vasco y Baleares se han desmarcado del 22-M, si bien habrá otro tipo de movilizaciones y actos de protesta en estas comunidades–, lo que no es nuevo es la facilidad y frecuencia con la que docentes y estudiantes recurren a este sistema para hacer valer sus reivindicaciones.
Tiempo perdido
De hecho, en lo que llevamos de curso y sumando los paros previstos para lo que resta hasta las vacaciones, en el conjunto del país se han producido un total de 97 días de huelga, movilizaciones o protestas en el ámbito educativo en general. De esta forma, si tenemos en cuenta que el calendario fija un mínimo de 175 días lectivos anuales, el resultado es que cada comunidad ha perdido una media de 5,7 días, un tiempo precioso que tanto profesores como alumnos podrían haber empleado en tratar de dar la vuelta a los mediocres cifras de un sistema donde más de un tercio de los escolares tiene que repetir algún curso y tres de cada diez universitarios terminan abandonando la carrera, según datos del Ministerio.
En este sentido, si estimamos que cada día lectivo supone una media de seis horas diarias de clase, significa que cada región invertirá este curso un promedio de 34,2 horas en huelgas, protestas y movilizaciones de estudiantes y profesores, tiempo que podría haberse dedicado a la educación. No obstante, las cifras son muy dispares de una comunidad a otra, dado que no todas las convocatorias se realizan a nivel nacional, como es el caso de la huelga de mañana, sino que al ser la Educación una competencia transferida a las autonomías, cada región ha perdido un número de días de clase distintos.
Así, mientras que en la Comunidad de Madrid se han producido hasta trece paros –incluido el de mañana– en colegios, institutos y universidades, otras CC AA como Asturias, Islas Baleares o Islas Canarias sólo han ido a la huelga en tres ocasiones. Es decir, en Madrid se han perdido unas 78 horas lectivas, mientras que en las dos comunidades insulares esta cifra se reduce a tan sólo 18 horas. Navarra –la Educación en la región foral irá a la huelga también los días 29 y 31 de mayo– y Cataluña, con nueve días de clase perdidos cada una ocupan el segunda lugar del ranking, mientras que la Comunidad Valenciana, con ocho días, cierra el podio de las CC AA huelguistas.
En el cómputo global de días perdidos se incluyen también la huelga general del pasado 29 de marzo, así como el paro convocado para toda España del 6 de octubre de 2011. En el ámbito europeo, las cifras de huelgas educativas no se acercan, ni de lejos, a las registradas en nuestro país, posiblemente debido a que los sindicatos de profesores y estudiantes de cada comunidad suelen actuar por libre, lo que en la práctica dispara el número de jornadas de paros. En este sentido, la última huelga importante en los países de nuestro entorno fue la que llevaron a cabo miles de profesores franceses el pasado 27 de septiembre. Los docentes protestaban contra los recortes presupuestarios que han dejado en la calle a cerca de 80.000 profesores en Francia en los últimos cinco años. En el caso de Alemania hay que remontarse a junio de 2010 para observar la última huelga general de estudiantes, mientras que fue en otoño de ese mismo año cuando las protestas de los universitarios británicos por el alza del precio de las matrículas desembocó en una rebelión con graves incidentes en el centro de Londres. En 2008, la reforma del Gobierno de Berlusconi del sistema educativo italiano, cuya intención era recortar en más de 8.000 millones de euros el presupuesto educativo y el despido de más de 100.00 profesores, provocó un paro general en la educación el 30 de octubre de dicho año.
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