Sevilla
El «catastrazo» aprobado por Salgado dispara el IBI un 46% en 2011
A los ayuntamientos se les presenta difícil la resolución de una ecuación: cómo reflotar sus arcas sin asfixiar a los contribuyentes. El incremento de la recaudación es fácil por la vía de los tributos, pero la subida de impuestos no puede ahogar a los ciudadanos
MADRID- Hasta el momento, y según revela el último «Ránking tributario de los municipios españoles», que elabora el Ayuntamiento de Madrid desde el año 2003, sólo 14 capitales de provincia han dado el golpe directo y han alzado el gravamen. Pero el pago medio de este impuesto se ha elevado hasta un 4,6% en 2011, debido al repunte del valor catastral que ordena el Ministerio de Economía y que sirve de base imponible del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). A la postre, una subida fiscal ordenada por Elena Salgado.
Difícil de detectar, es el resultado de unos Presupuestos del Gobierno socialista que recogieron un repunte de la referencia legal del valor de los inmuebles, lo que repercute de lleno en el IBI, en el impuesto de la plusvalía local, en el de Sucesiones, así como en el IRPF. Sólo Valencia y Sevilla dictaminaron la congelación de la base imponible.
Para José María Mollinedo, secretario general de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), «ese repunte del 4,6% desvela la necesidad de los ayuntamientos de cuadrar sus cuentas; hemos detectado que muchos se han quedado sin dinero, que han repuntado sus deudas por los excesos de entregas a cuenta, referentes al presupuesto de 2009; por eso, la mayoría de los municipios ha aplicado un tipo impositivo mayor pero sin superar el máximo legal, dentro del rango».
Esto explica la escalada del pago medio del IBI, cuya media se cifraba en 82,08 euros en 2009, repuntó hasta los 86,43 euros en 2010 y se elevó hasta los 90,46 euros en 2011. Según desvela el informe, Lérida es el municipio que soporta una mayor presión fiscal. La cuota del IBI en esta localidad ha llegado a alcanzar los 128,96 euros este año. Le siguen Tarragona, donde la cuota que se paga ronda los 116,6 euros, Almería (107,2), Melilla (105,31), Ciudad Real (104,11) y Málaga (103,70 euros).
En Barcelona la cuota media es menor y se establece en 96,34 euros, lo que deja a la capital catalana en el puesto número 10 del ránking; en Valencia, el importe no sobrepasa los 86,06 euros (puesto 18) y en Madrid la cuota se reduce a 80,04 euros (24). Las diferencias entre las provincias españolas se evidencian si se atiende a las últimas posiciones del mismo ránking: en Pamplona, la cuota no supera los 21,13 euros; en Vitoria se paga una media de 34,79 euros y en Ceuta la cuantía apenas roza los 41,52 euros.
La presión a las empresas
El margen de maniobra de los ayuntamientos pasa por la subida de otro tributo, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), que en 2011 subió una media del 3% en las grandes capitales (desde los 681,20 euros hasta los 701,58 euros). Según Juan José Rubio, catedrático de Hacienda Pública, «aunque está restringido a las grandes empresas y exime a pymes y autónomos, el gravamen no toma en cuenta si estas entidades tienen beneficios o no, es decir, es una carga impositiva que se establece por la mera realización de una actividad empresarial, con lo que puede perjudicar a muchos empresarios en una situación complicada como es la actual».
Para Rubio la clave está en una reforma integral del sistema de financiación local, que enmarca dentro del paquete de reformas estructurales que todavía está pendiente y probablemente acometa el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. A su juicio, «si no se produce esa revisión, los ayuntamientos estarán abocados a subir el IAE y el IBI, que es una fuente de financiación segura». Así, la subida del IAE ya ha pesado en grandes capitales como Barcelona, donde el impuesto ascendió hasta los 835,42 euros. Resaltan también las subidas de Murcia, de un 3,6% frente a 2010, lo que eleva la cuota a 797,85 euros; y Zaragoza, cuya cuota se ha disparado hasta los 636,41 euros. Los expertos coinciden así en señalar que supone un duro varapalo para los empresarios, que se ven asfixiados por los tributos. Los ayuntamientos tienen aún otras alternativas, entre ellas la de subir la tasa de basuras o el tributo sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, que, de momento, apenas varió respecto a sus tipos impositivos durante este año.
Los consistorios «se frenarán» en 2012
Dado que el IBI es el impuesto que más peso gana en la recaudación tributaria de los ayuntamientos, éstos ya empiezan a tomar decisiones al respecto para el año próximo. En Andalucía, Sevilla, Huelva y Cádiz prevén congelarlo. Málaga, Córdoba y Jaén lo subirán en función del IPC. En Castilla y León, los ciudadanos de la capital, Valladolid, respondiendo a una promesa electoral del PP, verán reducido el pago del IBI en un 3,04% en 2012; no obstante, en los ayuntamientos de Segovia y Salamanca los ingresos procedentes de este impuesto aumentarán un 3%. En Cataluña, la intención del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), era la de subir el tributo otro 3% el impuesto el próximo año, pero gobierna en minoría y el PP le ha obligado a congelar la subida del tributo. En la Comunidad Valencia, los ayuntamientos de Valencia y Alicante lo congelan, pero Castellón prevé una subida del 1%. En Murcia, el consistorio acordó subirlo en un testimonial 0,03%.
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