Galicia
Rubalcaba sentencia: «Me eligió la mayoría me saca la mayoría»
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado hoy que no ha pensado en ningún momento presentar su dimisión tras los malos resultados en las elecciones del pasado domingo y ha garantizado que él va a cumplir "hasta el final"con su tarea al frente de su partido.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha descartado hoy dimitir tras los malos resultados electorales del pasado domingo y ha asegurado que seguirá en el cargo "hasta el final"de su mandato, en 2016, aunque pisará el "acelerador"para la renovación programática de su partido.
Rubalcaba, con una inusitada expectación mediática, que ha hecho que se ocupara todo el aforo de la sala de prensa del Congreso, ha comparecido públicamente tres días después de los comicios en Galicia y el País Vasco durante los que ha guardado silencio a pesar de que algunas voces del partido le han responsabilizado del fracaso electoral y le han pedido una reflexión profunda sobre sus causas.
"No, no he pensado en dimitir", ha respondido tajante al ser preguntado sobre si se le había pasado por la cabeza abandonar su responsabilidad, para argumentar a continuación que sus compañeros le eligieron hace ocho meses para recuperar la confianza de los ciudadanos y él va a cumplir con su compromiso "hasta el final".
A renglón seguido, ha sentenciado: "Me eligió la mayoría, me saca la mayoría", para justificar que se siente legitimado para seguir en el cargo porque ganó el congreso federal de febrero y su figura y su línea opositora fue ratificada por el Comité federal en septiembre.
Por eso, el final de su mandato será en 2016, ha recalcado, pero ha declinado desvelar si eso incluirá su presentación como candidato de nuevo a las elecciones generales, en principio previstas para 2015.
Ese asunto, según ha subrayado en varias ocasiones, "no toca ahora", y "haría muy mal y sería un irresponsable"si estuviera pensando en renovar o no como cartel electoral del PSOE cuando a los ciudadanos les preocupan otras cosas.
Tampoco le ha pedido directamente la dimisión ningún compañero de partido, ha sostenido Rubalcaba, quien ha asegurado estar abierto a escuchar cualquier crítica o aportación que le llegue. "Me precio de ser una persona que sabe escuchar, que admite bien las críticas", ha apostillado.
Con todo, ha querido dejar claro que tras la derrota del 21-O los socialistas tienen que reflexionar a fondo sobre qué han hecho bien y qué han hecho mal, y además hacerlo rápidamente, porque esta legislatura es distinta a las otras y los acontecimientos se acumulan, hasta el punto de que el PSOE se ve obligado a hacer oposición y, a la vez, construir una alternativa al Gobierno del PP.
En una legislatura normal, ha matizado, se dedicaría a hacer oposición durante un tiempo e iría diseñando su oferta programática más hacia el final, pero ésta se caracteriza por la gravísima crisis económica que determina "la urgencia de una alternativa".
A su entender, la no visualización de esa alternativa es la que ha llevado al fracaso electoral al PSOE, especialmente en Galicia, donde todas las encuestas apuntaban a que los gallegos querían un cambio, pero no han encontrado el instrumento político para canalizarlo.
Rubalcaba ha considerado que el PSOE tiene que ofrecer con urgencia esa alternativa con un discurso realista, creíble y que conecte con los sentimientos de la izquierda, aún siendo consciente de que también "hace falta que la gente esté dispuesta a escucharla". "Y eso requiere tiempo y confianza".
Una parte de culpa la tiene también el debate territorial, que era "esperable pero no tan rápido", ha constatado, y ha sumado a ello la línea de oposición en las Cortes Generales y la búsqueda de acuerdos con el PP que ha defendido en estos meses, convencido "honestamente de que era lo mejor para el país.
"Me he dejado unas cuantas plumas defendiendo esta tarea, en la que creo firmemente", ha apuntado y, si bien no ha avanzado si a partir de ahora habrá un giro en su política opositora, sí ha hecho notar que el Gobierno de Mariano Rajoy ha ido "achicando"los espacios para el consenso.
En clave autonómica, ha asumido la responsabilidad que como secretario general le corresponde en el batacazo electoral y ha afirmado que siempre va a dar la cara, "para lo bueno y para lo malo".
Ha elogiado además la gestión del lehendakari, Patxi López, y ha lamentado que no haya recogido en las urnas el logro de que ETA haya abandonado la violencia y de que el País Vasco se encuentre en una situación económica y de empleo mejor que la media.
Pero, aún así, la derrota del PSE le parece aceptable y cree que "ha merecido la pena"que los socialistas hayan gobernado en Euskadi.
Respecto a Galicia, ha señalado que ya intuía que era muy difícil que el PP no lograra la mayoría absoluta y ha considerado que los ciudadanos gallegos no han percibido que hubiera una alternativa de gobierno al PP.
El candidato socialista, Pachi Vázquez, ha hecho a su entender una "buena campaña", en la que "ha mejorado día a día".
Dado que la rueda de prensa estaba convocada para hablar de los presupuestos generales del Estado, Rubalcaba también ha hablado de este asunto, y ha puesto el énfasis en el interés del Gobierno por ocultar el debate de las cuentas públicas.
A este respecto, ha acusado a Rajoy de revelar una cosa "tan jugosa"como que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, le advirtió de las consecuencias de no aceptar el pacto fiscal con el objetivo de tapar el debate presupuestario en el Congreso.
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