Andorra
Una temporada en blanco
El negocio de la nieve no termina de arrancar en la sierra. Los empresarios ya calculan pérdidas de hasta el 40 por ciento. Estaciones, alojamientos y restaurantes esperan ahora que pase el temporal para recuperarse antes de primavera
MADRID- Con un ojo puesto en el cielo y otro en los termómetros. Así viven desde hace semanas los directivos y trabajadores de las estaciones madrileñas de esquí, para los que no termina de arrancar la temporada de nieve. Un invierno soleado y con temperaturas inusualmente altas, hasta la llegada del frente siberiano que ha dejado congelados los mercurios, ha impedido que los aficionados a los deportes de invierno hayan podido sacar del armario la ropa térmica y los esquíes. Ni siquiera el drástico descenso de temperaturas desde que comenzó febrero ha sido suficiente para poner en marcha unas pistas que el año pasado a estas alturas estaban a pleno rendimiento y ayer permanecían cerradas por el temporal.
Los empresarios aún tienen esperanzas, y creen que las pérdidas acumuladas durante diciembre y enero podrían compensarse al final de la temporada si la cosa cambia de aquí a mayo. «La gente todavía tiene mucho mono de montaña y como apenas hemos podido abrir las estaciones nadie ha saciado todavía esas ganas de nieve», explicaba ayer José Luis González, director técnico de Navacerrada.
Un anticiclón atípico
En enero a la nieve que no caía del cielo se sumó la imposibilidad de fabricarla con los mecanismos artificiales de innivación. «Nosotros arrancamos los cañones con -2,1 grados, pero hasta ahora esa temperatura sólo se ha mantenido muchos días durante veinte minutos. Y así es imposible», explicó González. En lugar de termómetros en negativo, lo habitual en diciembre y en enero ha sido encontrarse con máximas de hasta 15 grados.
Esta situación no sólo afecta al balance que en primavera deberán cuadrar los responsables de las estaciones de esquí. En Navacerrada, los municipios de alrededor también viven del negocio de la nieve. Sólo en el área de influencia de esta estación, la más cercana a la capital, un total de treinta hoteles, otros tantos hostales, dos «campings» y tres casas rurales comienzan a ser conscientes de que 2012 puede ser un año duro. A las consecuencias de la crisis económica este sector suma un considerable descenso en las pernoctaciones y en las cuentas de sus servicios de restaurantes y bares. Esta realidad la conocen muy bien en el Hotel Las Postas, situado en la propia Navacerrada: «El bajón se nota mucho. En cuestión de alojamiento, un poco menos, pero en el restaurante el descenso ha sido muy grande». La falta de nieve en los primeros días de la temporada oscurece el horizonte a medio plazo de un sector en el que una parte significativa de los negocios son de gestión familiar. Muchos de estos hoteles y restaurantes se han visto forzados a realizar promociones y ofertas. Pero ni aún así han conseguido animar a sus dos perfiles más habituales de clientes: los grupos de jóvenes y las familias.
En la otra estación de la Comunidad, Valdesquí, se sufre más de lo mismo. La débil nieve que cayó a principios de año permitió la apertura de 2 kilómetros de pista verde y de la zona de la escuela de de esquí, destinada la iniciación en este deporte, tras lograr un espesor de 20 centímetros. Ayer, en cambio, el fuerte viento cargado de nieve obligó a los responsables de esta estación a colgar el cartel de «cerrado» durante todo el fin de semana.
Pistas renovadas
Además de los puestos de trabajo directos e indirectos que dependen de las estaciones y de los beneficios que se puedan obtener o no, también está en juego la amortización de la fuerte inversión que todos los años estas instalaciones se ven obligadas a realizar. Según los datos de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y de Montaña sólo en el Sistema Central, del que forman parte Navacerrada y Valdesquí, junto a La Pinilla y la estación de la Sierra de Béjar, la inversión ha superado el millón y medio de euros para la temporada 2011-2012 con el objetivo de actualizar y realizar mejoras en los remontes, los sistemas de innivación y la ampliación de las pistas. Los responsables de Navacerrada y de Valdesquí esperan que al terminar la temporada las cuentas terminen cuadrando. Y aunque nadie se lance a hacer números del retroceso que puede suponer este insólito invierno para el sector, algunas estimaciones realizadas en diciembre a nivel nacional apuntaron que las pérdidas podrían rondar entre el 30 y 40 por ciento respecto a las cifras del pasado curso. Mientras tanto, seguirán esperando una estabilización de las temperaturas que permita a las estaciones madrileñas ser una pieza fundamental de un engranaje que ha llevado a España a la séptima posición en el ranking europeo de destino de nieve por delante de países como Alemania y Andorra.
Negocios a medio gas
A pesar de no perder la esperanza de que en el periodo comprendido entre febrero y abril las condiciones sean más favorables, el director de Valdesquí, Agustín Ramírez, recuerda cómo a estas alturas de 2011 la estación estaba abierta en su totalidad. Aunque con intermitencias, Valdesquí abrió sus pistas la pasada temporada el 2 de diciembre, mientras que este año no lo ha podido hacer hasta el 19 de enero. En Navacerrada, los más experimentados tampoco han podido disfrutar aún de las pistas rojas y negras de la zona alta del puerto.
Ahora, cerrado por temporal
Esta temporada de nieve será recordada por los aficionados a los deportes blancos por sus contrastes. Si durante las Navidades no pudieron disfrutar de las estaciones por la ausencia de nieve, este fin de semana las pistas han vuelto a colgar el cartel de cerrado, pero por el temporal. Ha comenzado a nevar en Navacerrada y hay alerta naranja por mínimas de hasta -10 grados en la Sierra y de -4 grados en la zona metropolitana, Henares, Sur y vegas.
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