Lola Herrera: «La rebeldía la tengo muy viva»

–No encuentra la ropa que le gusta y diseña sus propios modelos...
–Sí, lo hago desde hace más de veinte años. Le envío mis dibujos al modisto y él me hace la ropa.

–Parece que los diseñadores sólo hacen moda para los jóvenes...
–Para los jóvenes altos y delgados. El resto es como que no existimos. Creo que excluyen a mucha gente.

–Lo difícil, dice mi mujer, es encontrar una talla 40 de lo que le gusta...
–Hoy parece que tener la talla 40 es bochornoso. Es un disparate pensar sólo en la 34.

–Defina su estilo «Lola»...
–Pongo al servicio de los demás lo que he aprendido por el camino. Mi estilo es cómodo, atractivo, un punto atrevido.

–No le gusta ir como ordenan los modistos. ¿En qué más es rebelde?
–En todo lo que puedo. La rebeldía la tengo muy viva. No estoy para normas estrictas, dictaduras. Ya viví una que duró mucho tiempo.

–¿Diría que con la edad se gana en elegancia, o todo da igual?
–Depende. Yo mantengo la coquetería, no renunciaré nunca a ella.

–¿Qué no se pondría a estas alturas ni loca?
–Una minifalda. Ya las llevé en su día. Cada edad tiene su estilo.

–Lo único que persigue es ir cómoda. ¿Aspira a una vida cómoda?
–La añoro, pero me resulta inalcanzable, porque me lío y no paro.

–Dice que su vida está enriquecida por todas las vidas que ha vivido. ¿No hubiera preferido enriquecerse con un Botín?
–No me gustan los millonarios, el dinero nunca me ha quitado el sueño. Yo me conformo con tener lo necesario para vivir y darme algunos placeres.

–Sola está divinamente, dice. ¿Harta de hombres?
–Hubo un tiempo en que me quitaban el sueño. Ahora duermo tranquila. Soy feliz con mi gato. Me quitan el sueño otras cosas.

–¿Por ejemplo?
–El pensar que haya tanta gente que lo pasa mal, el mundo tan desigual, la crisis... Creo que vamos hacia atrás, como los cangrejos.

–Está de gira con «Querida Matilde». ¿Diría que el amor es como...?
–Algo maravilloso que a veces mata.

–Ya: como el tabaco, el whisky, los pasteles...