Arquitectura
Un museo en el andén
La estación de Ópera destapa la fuente de los Caños del Peral. Una sala de 200 metros alberga los restos arqueológicos
MADRID- Era una de las obras más emblemáticas de la Legislatura y ayer, tras casi dos años de trabajos y hasta tres retrasos –con unos hallazgos arqueológicos como motivos–, una visita del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y del consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, ponía finalmente en servicio la nueva estación de Metro de Ópera. Acompañados de vecinos y de las reivindicaciones de músicos callejeros y bomberos, inauguraron también la plaza de Isabel II, que ha sido remodelada en favor del peatón.
La reforma ha servido para que los 55.000 viajeros diarios de las líneas 2, 5 y el Ramal hasta Príncipe Pío que pasan por esta céntrica estación puedan disfrutar ya de una infraestructura más amplia, cómoda y accesible. En concreto, se han instalado tres nuevos ascensores, uno de ellos hasta la superficie, e incorporado ocho escaleras mecánicas. Además, la superficie del vestíbulo se ha multiplicado por ocho, hasta los 821 metros cuadrados, para albergar el primer museo arqueológico subterráneo.
Si bien la de Ópera no es la primera estación que conserva en sus instalaciones restos arqueológicos (los intercambiadores de Sol y Príncipe Pío, y la estación de Carpetana disponen de zonas con restos históricos expuestos), sí es la que dedica un mayor espacio a la conservación del Patrimonio madrileño hallado durante sus obras, con una superficie de exposición de 200 metros cuadrados.
¿Qué van a poder ver los madrileños en Ópera? Tras unas enormes mamparas, los usuarios del metro podrán contemplar los vestigios arqueológicos de los siglos XVI y XVII que aparecieron en ese mismo lugar. Además de una zona de audiovisuales donde los viajeros podrán seguir desde una grada la procedencia histórica de los restos, también es posible ya contemplar la antigua fuente de Los Caños del Peral, el acueducto de Amaniel –que surtía de agua al Palacio Real– y otros elementos hidráulicos como la Alcantarilla del Arenal.
22,1 millones de euros
Todas estas obras, que han precisado una inversión de 22,1 millones de euros, se han financiado al 50 por ciento entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, por eso ayer tanto Ruiz-Gallardón como Echeverría quisieron poner a Ópera ( la obra de la superficie y también la de bajo tierra), como ejemplo de la total colaboración entre administraciones.
Sin tráfico ni barreras
- La de Isabel II ya es una plaza sin coches ni barreras. Tras sus obras de transformación, el espacio dedicado al peatón ha pasado del 55 al 78 por ciento. Además, el tráfico privado se ha desviado por la calle de los Caños del Peral.
7.270 metros peatonales tras las obras de Isabel II
- Las obras en superficie han eliminado las barreras arquitectónicas. Se ha creado un itinerario especial para invidentes y cuenta con 56 nuevos árboles, 16 horquillas para bicicletas y dos fuentes de granito.
3 kilómetros
Ópera completa el eje peatonal
- Con la práctica peatonalización de la plaza de Isabel II se culmina un eje que permite ir desde Quevedo a la plaza de Oriente a pie.
✕
Accede a tu cuenta para comentar