Bilbao
Los proetarras señalan como «objetivo» a un ciudadano que colaboró con la Policía
La voluntad de paz y la decisión de no acometer acciones «ofensivas» no alcanza a todas las organizaciones del entramado de ETA. El diario «Gara», en el que la banda insertó ayer su anuncio de suspensión de determinados atentados, ha publicado un «breve» en el que se da cuenta de que un «comunicante anónimo» ha «reivindicado el ataque realizado en Bilbo (Bilbao) el pasado 21 de agosto en el barrio de Mintegitxueta, que consistió en el ataque con líquido inflamable contra la vivienda propiedad de un chivato». «Este chivato, que fue testigo protegido, colaboró en 1995 en la detención de dos ciudadanas vascas reteniéndolas y entregándolas a la Policía». Por ello, «continuará siendo objetivo hasta que abandone Euskal Herria», agregó el comunicante. La acción criminal, que supuso un salto cualitativo en la campaña de terrorismo callejero («kale borroka») que se ha desarrollado este verano en varias poblaciones del País Vasco, consistió en la colocación del citado artefacto y en sembrar la zona de octavillas en las que se podía ver una diana que rodeaba la palabra «Txibato». El coche de este ciudadano ya fue quemado por los proetarras en el año 1997.
Si se hace caso al «comunicante anónimo» que llamó a «Gara», los proetarras no van a parar hasta echarle del País Vasco, haya tregua o no. Se supone que lo harán por las malas ya que, hasta el momento, no se ha mostrado dispuesto a abandonar voluntariamente esta parte de España.
La «kale borroka» actúa siempre bajo las directrices de ETA, que la utiliza cuando no le interesa, o no puede, cometer atentados. Las células que perpetran los ataques suelen estar integradas por militantes de Segi.
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