Los antirrescate dan la espalda a un pacto de gobierno

Cada vez toma más protagonismo, tanto en el futuro de Grecia como en los medios de comunicación, el carismático líder de la Coalición de Izquierda Radical (Syriza), Alexis Tsipras. El domingo se le mencionaba en todos los medios griegos, e incluso «Avriani» le daba la portada: «Está listo para derribar el sistema político podrido, corrupto y en quiebra». Con este mismo aire de héroe heleno, Tsipras acudió a la reunión convocada por el presidente griego, Karolos Papulias, para llamar a los tres partidos más votados –el conservador Nueva Democracia (ND), Syriza y el socialista Pasok– a limar asperezas y, así, formar un gobierno de unidad nacional y evitar la convocatoria de elecciones en junio. Pero Tsipras, antirrescate, considera que Syriza no se convertirá en cómplice de un gobierno que implemente el memorándum, «cómplices de un crimen contra la sociedad griega». En otras palabras, se niega a formar parte de una coalición con partidos proeuropeos.
Tras la reunión, que apenas duró 90 minutos, Antonis Samaras, líder de ND, acusó directamente a los izquierdistas de no saber hacia qué rumbo están llevando al país. «He hecho un gran esfuerzo, pero Syriza no quiere escuchar el mandato del pueblo griego y no acepta la formación de un gobierno viable, ni da su apoyo tácito a una coalición que renegocie el memorándum con la UE y el FMI».
En consecuencia, el presidente tuvo que recurrir a la ronda de contactos individuales con el resto de formaciones políticas más votadas. Papulias, veterano de la II Guerra Mundial en la resistencia antinazi, se reunió con el penúltimo líder: Nikos Michialolakos, jefe del partido de extrema derecha, Amanecer Dorado, el sexto partido más votado.
A lo largo del incierto día, diversos medios hablaban de un posible acuerdo de gobierno durante dos años entre Nueva Democracia, Pasok y el partido de centro izquierda Dimar. Este último fue el menos votado, pero con él se lograría la mayoría necesaria. El problema es que su líder, Fotis Kuvelis, siempre ha impuesto que Syriza debía estar en un futuro gobierno. En un último intento de alcanzar un acuerdo, anoche Papulias volvió a convocar a los líderes de los tres principales partidos y a Kuvelis a otra reunión esta tarde. Sin embargo, Tsipras adelantó su intención de no acudir a la cita.

«¡Adiós al euro!»
El semanario alemán «Der Spiegel» afirma que «Grecia debería dejar el euro», uniéndose a las voces europeas que sugieren que la salida de la moneda común es la mejor opción. «Nunca estuvieron preparados para la unión monetaria y aún no lo están hoy. Sólo dejar el euro daría al país una oportunidad a largo plazo».