Ministerio de Justicia

Otegi inquilino en el hotel rejas

La Razón
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ETA y sus seguidores han partido siempre de una premisa equivocada a la hora de plantear sus treguas. La Justicia es independiente y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado funcionan muy bien, incluso con ministros como Camacho. La condena de Otegi muestra que hay muchos jueces que se limitan a algo tan importante, a la vez que devaluado por algunos políticos, como es cumplir y hacer cumplir el ordenamiento constitucional y las normas que lo desarrollan. Los terroristas y su entramado político esperan que el poder político diga a jueces y policías qué tienen que hacer. Otra cosa distinta es la escandalosa situación que se vive en el Constitucional, pero no hay que olvidar que sus magistrados no son independientes aunque debieran serlo. Un juez no se puede manchar de barro la toga porque no es su papel. Es algo que corresponde a los políticos, que deberán asumir las consecuencias de sus actos y no pedir a otros que les cubran las espaldas como sucedió con el Caso Faisán. El fin de ETA pasa porque respondan penalmente por sus delitos.