Los héroes nipones: «Éramos la última fortaleza»

OVIEDO- El héroe es accidental. En plena crisis nuclear, el 11 de marzo de 2010, un grupo de personas se transformaron en héroes. Masami Watanabe y Shinji Iwakuma fueron dos de ellos. El primero es oficial de Policía. El segundo, pertenece a las fuerzas de autodefensa y entró en la central afectada. «Tenía cien hombres a mi cargo. Tres murieron y el cuerpo de otro todavía no ha aparecido. Nuestra misión era proteger a los civiles. Y lo hicimos», comenta Watanabe.
«Éramos la última fortaleza de la gente. Todos los que trabajamos en la «zona cero» lo hicimos con orgullo», dice Iwakuma.

Los primeros días nadie pudo descansar. «No sabía si mi familia vivía. Durante un tiempo no lo supe. Sientes pánico», continúa Watanabe. Iwakuma aclara un punto: «Sabíamos que íbamos a una zona peligrosa, pero no a morir, sino a cumplir la misión».

«Lo más duro es el instante inicial –revela Iwakuma–, cuando no tienes información. Estaba nervioso, pero no podía demostrarlo ante mis hombres».

–¿Pero no sintió miedo?
–Estaba tenso, pero en lo que pensaba era en echar agua cuanto antes para evitar el desastre.
El sentido de la responsabilidad alentó su coraje.
Ellos son parte de la delegación de los «héroes de Fukushima» que hoy recibirá el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.