Emiliano García Page / Alcalde de Toledo: «No seré un estorbo para ninguna candidatura»

- ¿Se presentará a la secretaría general del PSOE?
-No estoy en un planteamiento de tipo personal.

-Estos días lo ha parecido.
-Me sorprende que haya insistencia y, a veces, nervios ante la posibilidad de que haya más alternativas. Quizá sea una muestra de debilidad por el procedimiento o porque muchos quieren resetear el disco duro del ordenador.

-¿Ha descartado entonces presentarse?
-Para descartarlo, primero me lo tendría que haber planteado.

-¿Y no se lo ha planteado?
-En realidad, no. Me lo plantea mucha gente, pero yo no.

-¿Está cerrando o abriendo la puerta?
-(Risas). Si hubiera tenido un planteamiento definido o apriorístico, hubiera recogido avales en el Comité Federal.

-Se puede ser candidato sin los avales del Comité Federal…
-Por supuesto, pero noto que todo el mundo me pregunta si voy a ser candidato por dos motivos. Uno, porque me pongo a tiro con los medios de comunicación, y dos, porque seguramente hay mucha gente en el PSOE que reclama más cambio y más profundidad.

-¿Y cómo se hace un cambio profundo en dos meses?
-Actuando con mucho sentido común. Yo, desde luego, no voy a ser un estorbo para ninguna de las dos candidaturas.

-Entonces, ¿lo que pretende es hacerse notar ante el próximo congreso de Castilla-LaMancha?
-No y sí. El congreso de Castilla-La Mancha dependerá en buena medida de lo que pase en el de Sevilla. Y aunque ahora no estemos hablando de rupturas ideológicas ni planteamientos contrapuestos sino de nombres, se intuyen las direcciones que tomarían unos y otros. Y eso me importa.

-Disculpe, pero no se si sube, baja, juega a ser neutral, ambiguo o esconde alguna carta?
-No escondo ninguna carta.

-¿Ambigüedad, pues?
-No, no... Es que creo que lo que está ambiguo es el ambiente.

-¿Y?
-Pues que en el momento en el que estamos lo que hay que hacer es escuchar mucho lo que bulle en las agrupaciones, donde pueden pasar dos cosas: que se detecte insatisfacción o insuficiencia en la gente o que se entienda que éste debe ser un momento para curarnos las heridas y que ya vendrán los cambios… Mi opinión es que hay bastante incertidumbre porque nos hemos pegado un golpe tremendo, hemos convocado casi sin levantarnos de la camilla un congreso y al mismo tiempo queremos hacer un replanteamiento ideológico a dos meses de haber hecho un proyecto político que habíamos presentado ante los españoles… Y todo de golpe es imposible. Eso es lo que está generando cierta inquietud sobre lo que vaya a significar Sevilla.

-¿Y qué puede significar?
-Un líder para mucho tiempo, un gerente en lugar de un secretario general, una anestesia para las heridas o un camino abonado parea sembrar un proyecto que si no emerge hoy lo haga en cuatro años para ganar las elecciones.

-Una tercera vía ¿sería garantía de éxito?
-No tengo claro que se impusiera a las otras dos. El PSOE no necesita espontáneos, sino espontaneidad, motivación, debate y pulso. El 35º Congreso supuso el éxito de lo imprevisto y, paradójicamente, quien menos lo defiende hoy es quien lo escribió entonces.

-¿Será entonces el de Sevilla un congreso de transición?
-Este congreso no tiene aún definido su perfil. Puede ser varias cosas: un congreso definitivo, aunque aparezca como provisional, o un congreso bisagra. Lo que sí asume todo el mundo son dos cosas. Una, que por primera vez vamos a un congreso en el que de una manera clara todo el mundo entiende que no se está eligiendo ya al candidato a la Presidencia del Gobierno. Y la segunda es que la gente reclama un cambio de proyecto mucho mayor a los tiempos que nos estamos dando. Es decir, que este congreso más que replantear el proyecto del PSOE de golpe, tiene que empezar a replantearlo. No cabe un planteamiento de golpe, ni improvisado, ni de la noche a la mañana.

-¿Hay que cambiar el modelo de partido, como dicen algunos?
-Las decisiones sobre el modelo de partido ni se pueden improvisar ni deben ser objeto de un calentón. Hablamos más de modelo de partido cuanto menos liderazgo hay.

-¿Primarias abiertas?
-El PSOE tiene que avanzar hacia mayor democracia interna, pero revalorizando el papel del militante para alcanzar algún día el millón de afiliados. Si a un militante que hace el esfuerzo de pagar su cuota le decimos ahora que en el momento de tomar decisiones pinta lo mismo que el resto, probablemente le estemos invitando a no seguir en el partido. ¿Por qué nos planteamos en el fondo hacer primarias abiertas? Porque la militancia que tenemos no termina de ser lo suficientemente representativa de la sociedad; debería haber mucha más para que seamos una representación real de la ciudadanía y no tengamos necesidad de hacer experimentos. Lo que tenemos que hacer es buscar más compromiso político y más militantes.

-¿Cree que puedo escribir sin riesgo a equivocarme: «el alcalde de Toledo descarta presentarse a la Secretaría General»?.
-(Risas). Usted no se ha equivocado nunca, que yo sepa, pero no lo puede poner entrecomillado.

-¿Y lo contrario?
-Puede poner que el alcalde de Toledo no se está planteando ninguna aventura personal.

En primera persona
La cospedal del PSOE
Si el pasado del socialismo de Castilla-La Mancha fue Bono y el presente aún hoy –hasta el congreso regional– es Barreda, todo el mundo tiene claro que el futuro más inmediato lleva escrito el nombre del alcalde de Toledo y que sus incursiones en el debate precongresual de Sevilla tienen que ver con esto: con buscar la proyección nacional para ganar su territorio, con ser la Cospedal del PSOE.