Del buen karma a la ruina del turismo

Para evitar que esto repercuta en su actividad, los «indignados» piden continuamente que se una gente nueva al movimiento y así poder relevar a los que están allí desde el principio. Además han creado una comisión de amor y espiritualidad para poder reflexionar y así mantener sus mentes limpias. La plaza de Ópera ha sido la elegida por los acampados para realizar dos sesiones de meditación al día. En la entrada, unos trazos de cinta aislante pegados en el suelo forman el portal del corazón, que da la bienvenida a todo el que se quiera unir a meditar. En este espacio se ayuda a «no perder el norte, unir mente y corazón y traer armonía a todos».

Esa es la imagen que tratan de dar los acampados, muy alejada de la realidad. Al daño a los comerciantes de la zona, se suman otros afectados por el «camping» de la Puerta del Sol. Se trata de los hoteleros de la zona que han pedido al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid que exijan a la Delegación de Gobierno el desalojo de la plaza. Desde que los «indignados» se asentaron en el kilómetro cero, los hoteles han visto cómo muchas reservas se cancelaban y aumentaban las pérdidas económicas. Se quejan de que este movimiento se está retransmitiendo en todo el mundo y que los extranjeros están recibiendo una imagen negativa sobre Madrid. Por si fuera poco, «Democracia Real Ya» planea otra manifestación para junio de la que darán más datos el lunes.