El pato Smiley

En ausencia de crisis, y si las encuestas pronosticaran un triunfo espectacular del PSOE en las elecciones de 2011 y 2012, ¿usted cree que Smiley habría anunciado su retirada? Pues eso. Smiley se marcha porque el escenario es el opuesto y porque ha pensado que no hay tiempo para que la recuperación económica y un posible desenlace exitoso de la negociación con ETA le ayuden a superarlo. Pero no quiere ser un «lame duck», un pato cojo que simplemente aguarda su reemplazo, sino un pato abnegado en su sacrificio y heroico en su lucha en favor de la patria y del partido. Ya ha empezado la campaña para colar esta trola entre los votantes. Un aspecto fundamental, en el que Smiley insiste e insistirá, es que los socialistas, los que han contribuido a profundizar y prolongar la crisis, son los que nos rescatarán del marasmo: «voy a hacer campaña explicando por qué hemos salido de la crisis… el Gobierno va a derrotar a la crisis… hemos podido cometer errores pero nos estamos dejando la piel contra la crisis… los grandes pilares del Estado social se han mantenido». La prensa adicta ayudará, desbarrando sobre que el pobre Smiley está preso de «la dictadura de los mercados» pero que gracias a él, que ha quebrantado libertades, subido impuestos y prohibido hasta fumar, somos más libres. Dirá usted: no pueden tomarnos más el pelo. Pues sí pueden: dicen y dirán que Smiley decidió a permanecer sólo dos legislaturas ¡ya en 2004!