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Las prebendas de Tomás

La Razón
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Yo también quiero ser funcionaria del Ayuntamiento de Parla. No sólo yo, sino la mayoría de los madrileños. Estoy segura de que si hacemos una encuesta en Madrid, todos querríamos trabajar en esa Alcaldía. ¿A quién no le gustaría trabajar menos días y cobrar más? No sé por qué algunos se rasgan las vestiduras porque los trabajadores de dicho Consistorio tengan algunas prebendas ilegales. Tienen más productividad, más días libres –el doble de lo que tienen el resto de los funcionarios– y, además, les regalan un reloj. Vaya por delante que ellos no tienen la culpa, porque la responsabilidad es de quien lo ha permitido.

Estas prebendas son ilegales, lo ha dicho la interventora, la Delegación del Gobierno y el Tribunal de Cuentas y, el juzgado de Parla lo están investigando. De todo esto, el PSM ha enmudecido. En total, 900.000 euros que podían haber servido para reducir la deuda de más de 70 millones que tiene el municipio o reactivar la economía y reducir el número de parados que ya son más de 14.000. ¡Casi nada!

Luego dicen que Tomás Gómez no tiene proyectos políticos. Pues yo ya le conozco tres: el convenio colectivo ilegal de los funcionarios, la radio fantasma que cada año cuesta 130.000 euros y no existe, y su gusto urbanístico; vamos, que uno va por la R-5 y se encuentra con dos excesos: Seseña y el ensanche de Parla. Si la reencarnación existiera, me pediría ser funcionaria del Ayuntamiento de Parla.