Una grabación evidencia la ira de «El Bigotes» ante los desplantes de Camps

Valencia- Ayer se cumplió la tercera jornada de la fase documental del juicio de los trajes por el que están imputados el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa. La Fiscalía dio por finalizado su turno y dio paso a la acusación particular, en la que se ha personado el PSPV y que ejerce el letrado Virgilio Latorre. Eligió nueve grabaciones para comenzar su turno, en las que se evidencia tanto el estrecho grado de relación entre los imputados y el cabecilla de la «Gürtel» valenciana, Álvaro Pérez, «El Bigotes», como los recelos de Camps hacia este último.

En una conversación con Costa critica que «el hijo de puta mande a empresas que no conozco de nada hacer cosas en el tenis», en referencia al torneo Open 500. También se escuchó en la sala una llamada telefónica entre «El Bigotes» y otro de los principales miembros de la trama, Pablo Crespo, quien se encuentra en prisión preventiva. En ésta, el primero se desahoga diciéndole que Camps ha suspendido una reunión con el entonces gobernador de Nuevo Mexico, Bill Richardson, que él le había conseguido. «Es un gilipollas. Me entran ganas de llorar, de saltar por la ventana. Iría a verlo y le daría dos hostias». Richardson sonaba como secretario de comercio del Gobierno de Obama, aunque nunca llegó a ocupar el cargo porque se vio inmerso en un caso de corrupción.

La acusación particular continuará el miércoles pidiendo la exhibición de más documentos. Hoy no hay sesión, puesto que se debe reunir la sala en pleno para resolver recursos de casación civil. El magistrado del caso de los trajes, Juan Climent, debe estar presente para resolver este asunto.

La Fiscalía terminó ayer con sus peticiones. Ha solicitado que el jurado popular revise casi unos 50 documentos.

Lecturas
Como el santo Job
En algo hay que matar el tiempo en la sala. Son ya muchos días lo que llevan los acusados sentados frente al jurado popular y ya van tres sesiones en las que únicamente la audición de algunas conversaciones sacan al personal del sopor. Por ello, Camps decidió ayer llevarse una lectura que no dejó a nadie indiferente. «La ruta antigua de los hombres perversos» del antropólogo René Girard. El libro, que también dio a leer a su abogado, analiza la historia de Job en la Biblia, y de cómo es repudiado por sus amigos. También analiza la figura del chivo expiatorio. Para tomar nota.