Los «indignados» convocan una manifestación en contra del Papa

Según la página web donde publican las actas de estas reuniones, varios «indignados» propusieron llevar a cabo otras acciones durante la visita del Pontífice, aunque todavía tienen que ser aprobadas. Manifestarse disfrazados de bebés para protestar contra la pederastia dentro de la Iglesia, ocupar los colegios públicos cedidos a la JMJ, reivindicar los derechos del colectivo gay besándose cuando el Papa pase por su lado, o boicotear las empresas patrocinadoras de las jornadas, son las propuestas que hay encima de la mesa del 15-M y que seguramente intentarán realizar.

Aunque en su web aseguran que estas manifestaciones no son por la visita de Benedicto XVI en sí, «sino por la financiación pública», los «indignados» vuelven a demostrar que la tolerancia y el respeto que promulgan sólo los aplican a los que piensan como ellos. Todo lo contrario que cuando comenzó el 15-M, cuando aseguraban que todas las creencias e ideales tenían cabida en el movimiento. Sin embargo, en sus últimas marchas abundan las pancartas en contra de la Iglesia y el grito «cuidado con las carteras, que viene el Papa» cada vez es más repetido por los manifestantes.

Mientras, ayer por la mañana, varios «indignados» se desplazaron hasta los juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid, para pedir la libertad de sus compañeros arrestados durante los altercados producidos desde el martes.

Los dos últimos detenidos, ambos de origen portugués, que declararon ante el juez, fueron puestos en libertad con la condición de estar a disposición del juzgado si son nuevamente requeridos, informa Efe. También fueron liberados los detenidos que prestaron declaración el viernes, una chica española y un hombre hondureño, que tiene la obligación de presentarse cada 15 días en el juzgado, ya que además está acusado de haber quemado un coche. Todos han negado haber atentado contra la Policía y uno ha presentado un informe médico alegando que «es epiléptico y que durante la carga policial no controlaba sus movimientos».

Los «indignados» que les esperaban en la puerta les recibieron con un aplauso y corearon lemas como «la lucha sigue cueste lo que cueste». De nuevo el 15-M vuelve a ganar la batalla a las autoridades.