«Necesitamos políticos coherentes con la fe»

–¿Cómo ven en Roma el «zapaterismo»?
–Hace dos años temían que pudiera extenderse por Europa. Ahora ya todo el mundo sabe que Zapatero es un «bluff», que no es persona fiable, que el «zapaterismo» no se exporta. Lo que ahora preocupa al Consejo de Laicos y al Papa es la participación política de los católicos. Es un problema europeo: que haya políticos coherentes con la fe y, a la vez, eficaces.

–¿Por qué E-Cristians ha lanzado su propia campaña de carteles?
–La del Arzobispado de Barcelona era muy parroquial, cosa lógica por otra parte. La nuestra era complementaria, en nuestro ámbito: salir a la calle, al espacio público. Y también hemos usado los carteles diocesanos, con otra edición, colgándolos en la calle de cuatro en cuatro, porque eran pequeños.

–¿Quién se opone al viaje papal?
–Hay tres grupos y dos partidos. Está el Moviment Laic i Progressista, con la Fundación Ferrer i Guardia, de origen masónico. Viven del dinero público: les han dado 400.000 euros en 9 meses. Es lo malo de Zapatero y el tripartito: alimentan cosas que por si mismas serían pequeñas. Luego está Ateus de Catalunya, Comisiones Obreras y grupitos que, en la práctica, no agrupan a casi nadie. Y también el «lobby» del homosexualismo político. En los tres casos son casi entidades parapúblicas, las subvenciones les mantienen al 90 por ciento. En E-Cristians no tenemos ninguna, por cierto. La cercanía de las elecciones aviva la agresividad de IC. Y, ya de lejos, hay personalidades de ERC contra el Papa, pero no es el partido en bloque, como en el caso de ICV.