España ahorra 1835 millones en subastas desde la llegada del PP

MADRID- España vive un momento dulce en los mercados de deuda y el Tesoro Público ha encontrado en el Banco Central Europeo (BCE) al aliado perfecto para cumplir con sus objetivos de financiación. La macrosubasta de liquidez del organismo que preside Mario Draghi, realizada el 21 de diciembre, ha llenado las arcas de la banca que, lejos de trasladar el dinero a la economía real en forma de créditos, ha preferido comprar deuda pública atraída por los elevados intereses que abonan los países europeos más afectados por la crisis del euro.

Las cifras hablan por sí solas. Desde que el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy formó Gobierno (el 22 de diciembre de 2011, un día después de la subasta del BCE), el Estado español ha colocado 18.268,13 millones de euros mediante subastas de los bonos y Letras más habituales en el primario (entre tres y dieciocho meses, y entre tres y diez años de vencimiento). Además, el coste de las mismas se ha reducido en 183,5 millones de euros, con una demanda por encima de las previsiones del departamento que dirige Íñigo Fernández de Mesa.

Interés decreciente
El interés de estas emisiones de deuda pública se ha reducido sensiblemente hasta los 639,22 millones de euros, ya que el rendimiento medio abonado por el Tesoro Público en las subastas (tanto a corto como a medio y largo plazo) ha caído hasta el 3,5%. Si el Estado hubiera mantenido los rendimientos abonados en diciembre, con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en funciones, el precio de las mismas se hubiera disparado un 28,7%, hasta los 822,71 millones (cupón medio del 4,5%, ver gráfico).

En la de ayer, la última emisión de deuda del mes, el Tesoro adjudicó 2.506 millones de euros en letras, de los cuales 1.400 millones se colocaron a tres meses con un interés marginal del 1,33%, el más bajo desde marzo de 2011, y medio punto porcentual –o un 41,3%– por debajo del aplicado en la anterior puja (1,88%). Asimismo, colocó 1.106 millones a seis meses con una rentabilidad del 1,9%, la más baja desde junio de 2011 y seis décimas inferior –un 33%– al 2,53% precedente.

Con la de ayer, el Tesoro acumula seis subastas consecutivas en las que ha conseguido bajar el interés de su deuda, pese a que el mercado de deuda soberana de la zona del euro soporta aún fuertes presiones debido a las prolongadas y difíciles negociaciones para resolver la deuda de Grecia.

La situación parece idílica porque hay un aspecto fundamental que está beneficiando la financiación del Ejecutivo de Mariano Rajoy y del resto de economías periféricas: la macro subasta de liquidez del BCE. El organismo inyectó el pasado 21 de diciembre al sector financiero 489.000 millones con tres años de vencimiento y un interés del 1% (el mismo al que está el precio del dinero en la eurozona).

Los bancos están utilizando este capital recibido con un coste del 1% para invertirlo en deuda soberana –especialmente, a corto plazo para beneficiarse de los rescates de la UE en caso de «default»– con intereses superiores. Así, una entidad que percibiera 30.000 millones de euros del BCE tendría que abonar 300 millones en intereses dentro de tres años al organismo que preside Mario Draghi. Si hubiera invertido esa cantidad, por ejemplo, en la última subasta de Letras a 18 meses de España (interés marginal del 2,49%), hubiera recibido 747 millones a vencimiento. Esto es, ganaría 447 millones con un año y medio por delante para invertir antes de rendir cuentas con el BCE.

Además, en caso de necesitar el capital, los economistas inventaron hace años el mercado secundario de deuda soberana, donde los inversores revenden la deuda para captar capital.

La prima de riesgo cae hasta 346 puntos
La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán al mismo plazo, se redujo ayer un 0,85%, desde los 349 puntos básicos de la apertura hasta los 346 del cierre. El diferencial de Italia, por su parte, escaló ligeramente hasta los 417,6 puntos. El interés de la referencia española a una década, que fue sustituida hace una semana, despidió la jornada en el 5,453%, frente al 6,168% registrado por la economía italiana.