El Cairo

Asad concede una nueva amnistía general para calmar a la oposición

El régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, ofreció ayer otra amnistía general en un nuevo gesto conciliador hacia sus oponentes. Sin embargo, poco después, sus fuerzas de seguridad abrieron fuego una vez más sobre los manifestantes pro democracia, matando a al menos a siete de ellos, según los portavoces del movimiento.

Miles de sirios, ayer, mostraron su apoyo al presidente
Miles de sirios, ayer, mostraron su apoyo al presidentelarazon

Al Asad mostró la misma actitud que el lunes en su discurso a la nación, en el que ofreció diálogo y reformas, pero también amenazas y el claro mensaje de que no está dispuesto a dejar el poder. El martes, el presidente perdonaba todos los crímenes cometidos antes del 20 de junio, en un nuevo intento de calmar a las fuerzas opositoras y revolucionarias, que quedaron insatisfechas y rabiosas tras sus palabras del día anterior. Asad ya había jugado la carta de una amnistía que incluía a los presos políticos–hace menos de un mes, pero esta nueva medida permitirá liberar a las cientos de personas que los activistas denuncian que han sido detenidos en las últimas semanas, especialmente en la operación militar en el norte de Siria, donde la represión está siendo especialmente dura.

Sólo ayer habrían sido arrestadas decenas de personas en las protestas que siguieron el discurso de Asad en varias ciudades de Siria, mientras que pocas horas después, esas mismas localidades, sobre todo la capital, Damasco, fueron escenario de multitudinarias manifestaciones en apoyo al presidente. Éste cuenta todavía con respaldo popular, aunque se cree que los empleados públicos fueron obligados a bajar a la calle para demostrar que el régimen todavía tiene legitimidad. Pero la violencia –más de 1.300 muertos y unos 10.000 detenidos en tres meses de revueltas– lo desacreditan de cara a su propio pueblo y a la comunidad internacional, a la que Al Asad guiñó el ojo prometiendo el acceso a la Cruz Roja para que pueda supervisar la situación humanitaria de los presos y de los heridos.