Atletismo / Ruth Beitia rozó la medalla pero se le atragantó el 203

Londres- Sólo tres centímetros, tres, la separaron de la medalla. No obstante, su cuarto puesto, sin llegar a ser el bálsamo del paupérrimo papel del atletismo español en Londres, es un signo de superación personal. En el caso de esta saltadora cántabra, la capitana del equipo, podría ser de guerra y afirmación, como aquel que nació en la batalla de Las Navas de Tolosa: «¡Ruth y cierra España!».
Hasta el final luchó con las mejores. Su concurso casi fue inmaculado hasta afrontar el muro de su vida, el 2,03. Anotó un nulo con 1,97. Fue un lapsus. Era obvio que podía más y que ella quería más. Cuando superó esa altura ya había igualado el puesto de Pekín'08; todavía más, mejoró el salto de hace cuatro años en un centímetro. Sin miedo, convencida de sus posibilidades, porque antes de llegar a Londres ya había saltado dos metros, y porque es la campeona de Europa, atacó el listón decidida y a la primera lo superó. Brincaba de alegría; pero ignoraba que el destino le reservaba la posibilidad de optar a una medalla olímpica a sus 33 años.
A Chaunte Lowe, una de las máximas favoritas, los dos metros se le atragantaron, también a la belga Tia Hellebaut, campeona en Pekín, y a la ucrania Radzivil. Total, que sólo quedaban cuatro, con 2,03 por delante. Ruth falló en los tres intentos, tres nulos absorbidos por la satisfacción de haber llegado a dos metros. Lo que ella no pudo, lo pudieron Anna Chicherova, la ganadora con 2,05; Brigetta Barrett –plata– y Svetlana Shkolina –bronce–.