Guardiola: «Esperemos que Leo no se aburra»

LONDRES- «Messi es único, es el mejor que he visto y que veré», piensa Guardiola, conteniendo la euforia, pese a que la tenía, y mucha. No es para menos. El Barça ya suma cuatro Copas de Europa, las mismas que Ajax y Bayern de Múnich. Sólo le superan Liverpool (5), Milan (7) y Real Madrid (9). «Me siento un privilegiado», insiste Pep, orgulloso de sus jugadores: «Siempre me hacen quedar bien», añade. Y orgulloso de Messi. «Tenemos buenos futbolistas, pero sin él... Él marca la diferencia. Espero que nunca se aburra, que sepamos rodearlo de jugadores para seguir compitiendo a este nivel».

La resignación con que llegó Ferguson a la sala de prensa, «no es una deshonra perder contra un equipo así», es comprensible. Este Barça empieza a competir con los equipos grandes de la historia, los míticos. ¿Cuál es mejor? «No lo sé, no vi a muchos grandes como el Brasil de Pelé o el Madrid de Di Stéfano. Sólo espero que dentro de unos años se recuerde que cuando vieron a estos jugadores, disfrutaron», insiste Pep.

Volvemos al juego, al balón, la esencia de todo, la manera de seguir superando retos. «El primer año era nuevo, el segundo teníamos por delante unas cifras imposibles de superar [los seis títulos]... Todas las temporadas han sido difíciles, pero hemos salido adelante pensando en el juego. Había que intentar eliminar la tensión exterior, que es mucha y desgasta, y centrarnos en jugar. Nuestra fuerza empieza cuando el árbitro pita».
 
Con esa mentalidad, el Barça logró ayer superar la final de Roma en 2009, ser mejores que en aquel partido, que era una de sus obras maestras. «Nos han hecho menos ocasiones, aunque el Manchester es un espectáculo de equipo», aseguró Guardiola, siempre respetuoso con el rival. El preparador azulgrana sumó ayer su «décima» personal: diez títulos en tres temporadas de trece disputados. Y motivación para continuar no le falta, aunque reconoce que tiene que mirar dentro de sí mismo: «Cuando pierdes es más difícil seguir, cuando ganas quieres volver a hacerlo». Es el reto para el próximo curso: luchar contra la autocomplacencia.