Y el lunes qué

Esta es la pregunta clave a 48 horas de las primarias socialistas de este domingo: ¿y el lunes, qué? Lo más obvio es que el lunes sabremos si ha ganado Tomás Gómez o Trinidad Jiménez. Pero además, el lunes servirá para saber mucho más. Por ejemplo: si los militantes madrileños deciden lanzar la carrera política de Tomás Gómez quien sabe hasta que cotas –¿Moncloa?– o si deciden enterrarle en vida en lo que sería, seguramente, el cadáver político más joven que se recuerde en mucho tiempo. Servirá, por ejemplo, para saber si los militantes deciden darle una segunda oportunidad a Trinidad Jiménez en unas elecciones en Madrid o si le cierran de un portazo en las narices cualquier otra aspiración política –¿y sucesoria?– a nivel nacional. La frase bonita de cara a la galería es que el lunes, pase lo que pase, el Partido Socialista de Madrid será una piña detrás del candidato o candidata que gane. No les queda otra. Pero en realidad, de lo que suceda el domingo, depende que uno de los dos candidatos se meta una piña y el otro avance con paso firme al menos hasta mayo.
Pero en todo caso el lunes pasará una cosa más: dejaremos de hablar de las primarias. Y eso es ya una victoria en sí mismo por la hiperatención mediática con la que hemos vivido en tiempo real y desde el minuto uno todo este proceso rozando el cansinismo político. Aunque la tregua durará poco: quedan menos de ocho meses para las elecciones. Y eso es como unas primarias, pero a lo bestia. Ahí, votan todos.