Valencia

Manifestación débil tras un tenso día de altercados

Los sindicatos piden la retirada de los ajustes y un referéndum

Imagen de la manifestación que recorrió las calles de Valencia, desde San Agustín hasta Viveros
Imagen de la manifestación que recorrió las calles de Valencia, desde San Agustín hasta Viveroslarazon

Valencia- «Nos dejan sin futuro. Hay culpables y hay soluciones». Este fue el lema bajo el cual se celebró ayer por la tarde en las calles de Valencia, Castellón y Alicante, la manifestación con motivo de la huelga general. El eslogan se podía leer en inglés y alemán, «para que lo entienda la Merkel», apuntaban fuentes sindicalistas.
A pesar de que fueron muchas las personas que acudieron a la marcha, la protesta resultó un tanto débil en comparación con el ambiente y el clima de crispación y reivindicación que se había respirado a lo largo de toda la jornada.
Según fuentes de UGT, el número de asistentes fue de 350.000 en Valencia, 150.000 en Alicante y 50.000 en Castellón. Datos que contrastan de forma llamativa con los proporcionados por la Policía Nacional, que cifró en 50.000 las personas que acudieron a la marcha en la ciudad de Valencia.
En esta, estaban presentes no solamente los representantes de los principales sindicatos de la Comunitat, sino también de los partidos de la oposición. Allí estaba el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y el diputado de Esquerra Unida, Ignacio Blanco, que por cierto también acompañó a los piquetes durante toda la mañana.
En cuanto a representación social, colectivos como el de los trabajadores del sector de la dependencia, la educación o la sanidad, acudieron de forma mayoritaria.
En sus discursos, tanto el secretario general de UGT-PV, Conrado Hernández, como el de CCOO, Paco Molina, se mostraron muy satisfechos con el seguimiento de esta huelga que, recordaron, no solamente era laboral, sino también ciudadana y de consumo.
Agradecieron a todos los manifestantes el hecho de haber acudido a la marcha para reclamar una «sociedad más justa» y recordaron tanto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como al de la Generalitat, Alberto Fabra, que las huelgas generales deben servir para que se den cuenta de que no están utilizando el camino correcto.
En el manifiesto leído al finalizar la marcha, los sindicatos reclamaron además un referéndum para que los españoles decidan si les parecen adecuadas las medidas que se están adoptando desde los distintos Gobiernos. Además, reclamaron al Consell la «retirada inmediata» del decreto de ajustes que, desde su punto de vista, castiga a todos los funcionarios valencianos, reduce la calidad de la educación y elimina la universalidad de la sanidad.
Alicante y Castellón
Miles de alicantinos se echaron a la calle para participar en la manifestación y reclamar «un cambio de política» que evite caer en la pobreza.
La Policía Nacional cifró en unas 35.000 personas el seguimiento de la marcha, mientras que los sindicatos elevaron el número a 150.000.
El inicio de la marcha se produjo poco después de una concentración organizada por el colectivo «Stop Desahucios» frente a una entidad bancaria en la avenida de la Estación.
Por otra parte, en Castellón cientos de personas marcharon por el centro de la ciudad como colofón a la jornada de huelga general y para protestar por lo que los sindicatos calificaron como «timo» de las medidas económicas del Gobierno.