Los españoles comen menos por la crisis

Y no hay nada tan necesario como alimentarse. Pero la crisis está siendo de tal calado en España, que las familias también han tenido que reducir la cantidad de alimentos que ingieren. Por primera vez en la historia, en 2010 se produjo una caída en el consumo de alimentos de los hogares del 1,1%, según los datos de la patronal de las industrias de alimentación y bebidas (FIAB). Registro negativo que se extendió a la restauración y las instituciones, donde descendió un 2,3%.

«El consumo en alimentación bajó en 2010 por primera vez en la historia, marcado por el paro y la falta de confianza. Además, las reformas como la reducción del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones tampoco han ayudado mucho a reactivarlo, y la inflación mantuvo una tendencia alcista. Hace falta reactivar el consumo», explicó ayer Horacio González, secretario general de FIAB, en la presentación del balance del sector.

Los apuros por los que pasan miles de familias no sólo se manifestaron en la reducción de la cantidad consumida sino también en la composición de la cesta de la compra por la que optaron. Congelados y carnes más baratas, como el pollo, desplazaron a otros productos ahora de lujo para muchos hogares como puedan ser los mariscos o los cavas y espumosos.

A pesar de la atonía del consumo interno, el sector logró cerrar el ejercicio 2010 con cifras positivas gracias a las exportaciones. Sus ventas se incrementaron un 0,52%, hasta los 81.369 millones de euros, por el creciente volumen de ventas en el exterior, que aumentaron un 10%, lo que arrojó un saldo comercial positivo de 765 millones de euros. A pesar de su preocupación por el colapso del consumo interno, González se mostró bastante optimista de cara a este año porque, según explicó, las exportaciones están respondiendo de forma bastante positiva en los primeros meses.