«Dylan Dog: los muertos de la noche»: Ni susto ni de muerte

Creado por Tiziano Sclavi en 1986, Dylan Dog encarna el espíritu del detective clásico, carne de «film noir», en una dimensión paralela, habitada por toda clase de criaturas sobrenaturales. La película, que desplaza la acción del cómic de Londres a Nueva Orleans y que encuentra en Brandon Routh (el penúltimo Superman, versión siglo XXI del galán que Rock Hudson encarnó en los 50) al armario ideal para modular su voz falsamente evocadora y autoirónica, intenta revitalizar con escasa fortuna la fórmula de las películas de monstruos de la Universal con un «look» que remite a los peores episodios de «Buffy, la cazavampiros» y con un sentido del humor que hará gracia a los que se ríen con chistes de Lepe (todo lo referente al ayudante de Dylan Dog, zombi a su pesar que quiere parecerse desesperadamente a Simon Pegg).