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Mª Teresa Guardiola: «Lo de ahora son parches a la sanidad por no haber tomado medidas antes»
«Papá Estado tiene que ayudarnos, porque mamá Valencia no tiene dinero». Pedimos a Rosado la misma sensibilidad que ha tenido Císcar
VALENCIA-La ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció recientemente un nuevo modelo de prestación farmacéutica ¿Sienten que están en el punto de mira del Gobierno? ¿Les da miedo?
-No tenemos miedo porque siempre hemos sido muy transparentes. No hay ningún tipo de perversión. El médico prescribe y la farmacia dispensa.
-Entonces, ¿la perversión parte del facultativo?
-No hablo de perversión en el sentido estricto. Sólo digo que el gasto en farmacias es totalmente transparente.
-Entonces, dónde gotea el sistema sanitario, ¿quién malgasta?
-Hay enfermos y enfermedades. Hay que recordar que tenemos una población envejecida, que es la que más medicamentos consume. Pero el gasto farmacéutico es un gasto esencial. Si te tomas un medicamento es porque estás enfermo.
-¿Y cómo recortamos el gasto en medicinas?
-¿Qué hacemos? ¿Les matamos? No, lo que hay que darles es una buena calidad de vida.
-Mato también dice que se potenciará el uso de medicamentos genéricos.
- Es una de las medidas que puede reducir el déficit.
-¿Mejor eso que el copago?
-Nosotros no queremos ganar más. Queremos vivir y que el ciudadano no pague y que a la Administración le cueste menos.
-¿Qué propuestas cree que funcionarían?
-En 2002 propusimos la atención farmacéutica domiciliaria, es decir, el seguimiento al paciente crónico y polimedicado. No nos hicieron caso. Hasta ahora. Pero la Conselleria de Sanidad nos ha dejado fuera del proyecto.
-Quizás no pusieron en marcha el plan porque era caro.
-No se necesita dinero, sino tiempo, y este año, ese tiempo lo han dedicado a no pagarnos. Si hubiera una política de concienciación y no de recortes, en la que el paciente se haga responsable de la gestión de su enfermedad, se hubiera reducido el gasto a la mitad, como se consiguió con el apoyo a los genéricos. Si se hubieran tomado este tipo de medidas hace diez años, no hubiéramos llegado a estos extremos. Lo de ahora son parches.
-En el peor de los casos ¿teme que se llegue al colapso del sistema sanitario público?
-No debemos.
-¿Pero podemos?
-No creo. Pero debemos concienciarnos todos. Lo que no se puede es sostener el sistema a base de palos, a base de recortes al médico, al farmacéutico y al ciudadano.
-¿Se han planteado el cobro directo al paciente?
-Hay un grupo de farmacéuticos que están muy muy al límite y que plantean esta posibilidad en cada Asamblea. Y en este momento, yo no descarto nada. Como Colegio sólo podemos estudiar lo que nos proponen los colegiados.
-¿Los médicos abogan por devolver las competencias en materia sanitaria al Estado ¿Están de acuerdo?
-Tratamos de negociar con la Administración autonómica, pero no nos escucha, así que ahora dependemos de Madrid. No hemos pedido devolver competencias, pero sí hemos solicitado al Gobierno una línea de financiación específica. Papá Estado tiene que ayudarnos porque mamá Valencia no tiene dinero.
-¿Están peor las farmacias valencianas que las de otras regiones?
-La diferencia es que a nosotros no nos dan financiación porque la Administración nos debía cinco mensualidades.
-¿Cree que si hubiera un banco o Caja valenciana con peso sería distinto?
-Con cinco facturaciones pendientes ningún banco te da crédito, pero con tres, quizás. Por ejemplo, Bancaja a nuestros compañeros de Madrid, sí le aprobó la financiación, y a nosotros, no.
-Cuando el conseller de Sanidad, Luis Rosado, dice que primero pagará a las farmacias pequeñas, ¿es bueno a malo?
-Eso es el chocolate del Loro. Con esta medida sólo se creará desigualdad. Son once farmacias de un total de 1.248 y que apenas facturan 110.000 euros entre todas. Que me den los siete millones de euros de intereses (tenemos otros 385 pendientes de pago correspondientes a noviembre, diciembre y enero) y ya me encargo yo de rescatar al indefenso.
-¿Se siente maltratados?
-El conseller no se quiere dar cuenta de que estamos manteniendo al ciudadano. Es incomprensible. Afortunadamente, el vicepresidente José Císcar ha visto que estábamos en una situación límite y ha sido más sensible, y esa sensibilidad sería la que nos gustaría que tuviera Rosado.
MALA FAMA
No tan ricos
Asume con resignación la «errónea fama» del farmacéutico. «Siempre se le ha visto como una personas que vive bien». Sin entender, asegura, el trabajo y esfuerzo previo a su éxito económico. De todos modos, eso era antes. Ahora, muchos se ven con el agua al cuello por los impagos de la Generalitat, así que no existen motivos para que otros colectivos, como ha confesado el de proveedores de material hospitalario, les envidien. Ni ganan tanto, ni son tan ricos, se defiende. Para aplacar celos explica que su margen de beneficios después de impuestos no es escandaloso, aunque muchos ya lo quisieran en sus balances. Las boticas valencianas fueron a la huelga hace poco. A punto estuvieron de repetir. El próximo lunes día 12 podrían colgar de nuevo el cartel de «Ya no queda dinero para medicamentos».
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