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La OTAN ve «indicios» de Al Qaida entre los rebeldes libios

El futuro de Libia se discutió ayer en Londres. Más 40 países y organizaciones internacionales –entre los que figuraban siete naciones árabes– se reunieron para favorecer una salida política a la actual guerra civil que se vive en el país africano. Sin embargo, la noticia llegó desde el otro lado del Atlántico.

Hillary Clinton durante su intervención en Londres, ayer, con David Cameron en un segundo plano
Hillary Clinton durante su intervención en Londres, ayer, con David Cameron en un segundo planolarazon

James Stavridis, comandante del Cuartel General Supremo de la OTAN en Europa, aseguró ante el Senado de Estados Unidos que había signos que hacían pensar que entre las fuerzas rebeldes que luchan contra el coronel Gadafi podría haber miembros de Al Qaida y de Hezbolá.

«Estamos examinando muy de cerca el contenido, la composición y las personalidades de estos grupos –matizó- Hemos visto indicios. Hemos visto muchas cosas. Pero en este momento no tengo suficientes detalles como para asegurar que hay una importante presencia de fuerzas terroristas».

Las declaraciones fueron como un terremoto y las réplicas no tardaron en llegar hasta la capital británica. Y es que, armar o no a los grupos opositores era precisamente uno de los puntos que más tensión provocó ayer en el debate de la coalición.

Preguntada por este asunto, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, reconoció que Estados Unidos y el resto de países todavía estaban «conociendo» a los miembros del Consejo Nacional de Transición. Su opinión era especialmente relevante, ya que, junto al Gobierno francés, Clinton había dado a entender minutos antes que Washington cree que podría ser legal suministrar armamento a los rebeldes. La interpretación que hace EE UU de la resolución 1973 es que ésta «enmendó o anuló la prohibición absoluta (de suministrar) armas a cualquiera en Libia, así que podría haber una transferencia legítima si un país optara por hacerlo». Aunque la representante norteamericana dejó claro que en la cita de Londres no se discutió esta posibilidad, la cuestión dejó muchos debates abiertos. El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, de manera muy subliminal tampoco quiso cerrar la puerta a esta opción. Además señaló que el Consejo Nacional Libio había planteado promesas «serias» a la comunidad internacional que había que tener en cuenta.

Con todo, Hague recalcó que lo más importante de la jornada había sido la creación del llamado «grupo de contacto para Libia», constituido con el propósito de seguir presionando desde todos los ámbitos al régimen de Gadafi. El grupo celebrará próximamente su primera reunión en Qatar y posteriormente en Italia.

«El objetivo es dar un liderazgo y una dirección política general al esfuerzo internacional, en estrecha coordinación con la ONU, la Unión Africana, la Liga Árabe, la Organización de la Conferencia Islámica y la UE», matizó Hague. El documento también señala que «se propiciará un foro para coordinar la respuesta internacional sobre Libia y se ofrecerá un punto de referencia en la comunidad internacional para estar en contacto con las partes» en conflicto.

Aunque se dejó muy claro que en el futuro de país Gadafi no tendrá ni voz ni voto, no se especificó si el destino del dictador pasa por un exilio o por una Tribunal Penal Internacional. Las dos vías podrían ser en cualquier caso compatibles.


España pide más presión militar
Las ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, dijo ayer en Londres que hay que aumentar «la presión política y militar» para lograr que Gadafi deje el poder, ya que el dictador «no puede formar parte del futuro» de Libia. Tras la reunión de Londres, Jiménez señaló que la acción militar aliada en «debe seguir hasta que se consiga un alto el fuego», y explicóque España ha reconocido «de facto» al Consejo Nacional de Transición libio, con el que mantiene contactos casi «a diario».