Riesgo contra corriente

Escena Contemporánea cumple doce años. El festival de artes escénicas menos comerciales o más arriesgadas –lo solventaríamos con la palabra «alternativo», pero los creadores cada vez huyen más de esta etiqueta– sigue adelante en tiempos de crisis, con imaginación y apuesta por el cruce de terrenos y lenguajes. El presupuesto (280.000 euros) aportado por la Comunidad de Madrid, principalmente, junto al Ministerio de Cultura y otras entidades –el Circo Price aporta «en especie» dos montajes valorados en 100.000 euros– es menos que en ediciones anteriores, pero el certamen cuenta con nombres como Federico León y Jerôme Bel, representantes de las tendencias más vanguardistas.

Los propios géneros comienzan a desdibujarse: el festival que dirige Alberto Núñez, en colaboración con dos de sus fundadores, Javier G. Yagüe y Juan Muñoz, trae propuestas, como «Cartografías: libros», llena una habitación con listas colgadas con las lecturas más decisivas para algunos de los artistas invitados a esta edición (en el espacio Tipos Infames).

Danza y performance
Habrá exposiciones, como «Bibujos y a_notaciones», de la coreógrafa Mónica Valenciano, que además presenta la pieza «Impregnaciones en la Srta. Nieve y Guitarra»; y videoinstalaciones, como «CHANT Portraits», de la portuguesa Luciana Fina. Una conferencia puede convertirse en una performance en una cita como EC2012, y puede ocurrir en el Museo Reina Sofía, donde la holandesa Falke Pisano debatirá/interpretará alrededor del concepto del cuerpo en crisis. En el mismo centro bailará el francés Jerôme Bel. Otra cita dancística será «Your Majesties»: Marta Navaridas compone a partir de un discurso de Obama para Alexander Deutinger lo baile (Teatro Pradillo). Tratar de etiquetar se hace cuesta arriba: habrá acciones coreográficas de Paz Rojo (en el CA2M de Móstoles), performances, acciones y conversaciones con el teórico Antonio Fernández Lera, y propuestas inclasificables (¿blog?, ¿documental escénico? ) como «La rebeldía», de los mexicanos Lagartijas tiradas al sol.

¿Y el teatro? ¿Hay teatro? ¿Qué pasa con el teatro? Más de un lector se preguntará si el ánimo experimental no olvida el punto de partida. Pues no: hay teatro. Otro, al menos. Lo aportan compañías como Teatro de acción violenta, con «El ruido y la furia» (en Triángulo), Teatro XTremo con «San Lorenzo mártir» (Lagrada) o el combo berlinés Rimini Protokoll (Haug/Wetzel), que trae a Madrid «Black tie» (La Casa Encendida). Por haber, hay incluso circo experimental: Subliminati Corporation con su pieza «# File_Tone» (en el Price).

La solución de federico león
El anhelo de Escena Contemporánea era traer «Yo en el futuro», protagonizada por niños y ancianos creación de Federico León, argentino en boca de todos. Pero fue imposible por motivos económicos y por la propia naturaleza de la pieza. Alberto Núñez no tiró la toalla y llegó a una solución: un «registro», que consiste en una proyección de una de las representaciones del montaje, con una de sus actrices presentes. Esta «acción», a su vez, será grabada para mostrarla posteriormente.