Santa Clara

Tontas listas y ahora de fresa

Cientos de personas se acercaron a la Ermita del Santo
Cientos de personas se acercaron a la Ermita del Santolarazon

Madrid- De aperitivo, patatas bravas y berenjenas en vinagre con su correspondiente pimentón. Después, bocadillos de entresijos y gallinejas, tortillas de patata, filetes empanados y, los más osados, cocido madrileño de primer y único plato. Todo regado con buen vino y mucha cerveza. Aunque el tiempo no acompañó a primera hora de la mañana, a mediodía centenares de ciudadanos se congregaron como ocurre cada año por San Isidro en la pradera. El centenario de la Gran Vía no quitó un ápice de protagonismo al día del patrón que, desde las ocho de la mañana tenía cola en su Ermita para beber su agua milagrosa, esa que quita las calenturas. A medida que avanzaba el día, las nubes dejaron que el sol empezara a calentar, y fueron muchos más los ciudadanos que se decidieron a darse una vuelta por la fiesta más castiza de la capital ataviados con mantones, ellas, y parpusas, ellos. En Carabanchel se vieron goyescas, chulapas y chulapos de todas las edades y procedencias. No faltaron tampoco los barquilleros y los tradicionales músicos con su organillo. Que fuera sábado y que no hubiera ni rastro de lluvia fue suficinte para que un año más San Isidro reuniera a miles de personas en su día, que terminó con un postre inevitable: rosquillas en todas sus modalidades (listas, tontas, de Santa Clara, o las más modernas de fresa).