París

El Tribunal de Cuentas de Francia concluye que el Gobierno debe ampliar el periodo de vida de las centrales nucleares

El Tribunal de Cuentas de Francia ha concluido que al Gobierno no le queda otra opción que ampliar el periodo de vida de las centrales nucleares porque las inversiones necesarias para renovar su capacidad nuclear o depender más de otros tipos de energía serían demasiado costosas y además llegarían tarde.

El Tribunal de Cuentas, un organismo gubernamental independiente encargado de realizar auditorías financieras y legislativas, ha afirmado en un informe publicado este martes que el hecho de que no se haya decidido invertir para fabricar nuevos reactores implica que no quedan muchas alternativas.

"Ante la falta de decisiones de inversión, se ha tomado implícitamente una decisión que compromete a Francia a prolongar el periodo de vida de los reactores más allá de los 40 años o a modificar rápidamente el mix energético, lo que exige más inversiones", dice el informe sobre los costes del sector de la energía atómica en Francia, encargado por el primer ministro, Franois Fillon, en mayo de 2011.

A finales de 2022, 22 de los 58 reactores que hay en Francia, el país que más depende de la energía nuclear, habrán estado funcionando durante 40 años. El informe indica que si la vida operativa de los reactores se limita a 40 años, para 2022 habrá que construir once reactores de nueva generación. "Es muy improbable, incluso imposible, que se ponga en marcha ese programa de inversión a corto plazo", ha añadido.

La estatal EDF, la principal compañía eléctrica de Francia y la que gestiona todos los reactores del país, ha dicho que pretende prolongar su vida útil hasta los 60 años. La mayoría de ellos fueron construidos en los años 80 y 90.


INVERTIR MÁS EN MANTENIMIENTO
El Tribunal de Cuentas también ha destacado que para mantener el nivel actual de producción de electricidad, hay que hacer inversiones importantes a corto y medio plazo; por ejemplo, duplicar la inversión en mantenimiento, lo cual, a su vez, incrementaría los costes de producción un 10 por ciento.

Asimismo, ha subrayado que la decisión sobre el futuro del mix energético no se debe tomar de forma implícita, sino que hay que elaborar, debatir y adoptar una estrategia.

Las conclusiones de este informe son similares a las del borrador de un estudio realizado por el Gobierno que fue filtrado este lunes y que dice que ampliar el periodo de vida de los reactores resultaría menos costoso de aquí a 2035-2040 que construir un nuevo tipo de centrales nucleares.

Ese estudio gubernamental sobre el futuro del sector de la energía en Francia hasta 2050, que se publicará en su versión definitiva el 13 de febrero, muestra que prolongar la vida operativa de las plantas nucleares costaría entre 680 y 860 millones de euros por cada reactor.
Construir un reactor de nueva generación como el EPR de 1.600 megavatios de la empresa pública Areva costaría casi 5.000 millones de euros.

La dependencia de la energía atómica es un tema que ha entrado en el debate político de cara a las elecciones presidenciales de la próxima primavera. Mientras la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido gobernante, quiere que las plantas nucleares sigan cubriendo el 75 por ciento de la demanda de electricidad, el candidato socialista, Franois Hollande, ha adelantado que él lo reduciría al 50 por ciento para 2025.

Hollande, el principal rival del presidente, Nicolas Sarkozy, también se ha comprometido a cerrar la central más antigua, la de Fessenheim, aunque previamente había propuesto cerrar 24 reactores para 2025 como parte de un pacto con Los Verdes.