Actualidad

Pepolo y Lelu por Lucas Haurie

La Razón
La RazónLa Razón

A Lolo Silva le pusieron la cara colorada por culpa de los contratos de los distritos controlados por IU con los que arramblaba la empresa de su primo y, permítaseme la transitividad inadecuada, lo dimitieron. Ningún tribunal consideró que había indicios siquiera para procesarlo, en contra de lo que muchos pensábamos, pero ni por ésas lo rehabilitaron en las listas de 2011. Allegados del concejal García copaban, hasta la enérgica y pertinente intervención del alcalde, puestos de trabajo dependientes de empresas beneficiarias de contratos concedidos por el susodicho pero el grupo mayoritario del Ayuntamiento lo mantiene en todos sus cargos. Es un sostén éticamente reprobable y estéticamente horrendo del que se deduce que, en efecto, no todos los políticos son iguales. Mientras unos apartan a los responsables políticos de las corruptelas, otros silban y miran al techo. Me consta que Zoido abofetearía con gusto a Pepelu si los dejasen solos en una habitación. Pero al final siempre pesa más la razón de partido y, en contra de lo que le pide el cuerpo, no piensa enemistarse con Nuevas Generaciones. «Hace falta valor», cantaba Radio Futura. Pero no se atreve, con una mayoría absolutísima y no se atreve.