España
Quedan más pasos por dar por Enrique Quemada
El sistema laboral actual en España no debe ser muy eficiente si el resultado está siendo casi un 25% de paro (50% entre los jóvenes), una destrucción de empleo galopante y más de 170.000 empresas cerradas desde el inicio de la crisis (en muchos casos porque no pueden flexibilizar su plantilla). Por ello, resultaba urgente aprobar una profunda reforma laboral.
La reforma realizada ha supuesto un avance, pero, aunque se ha vendido como extremadamente agresiva, va a resultar insuficiente para flexibilizar un mercado laboral ineficiente por sus rigideces.
Aunque se reduce la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días por año trabajado hasta un máximo de 24 mensualidades a partir de su publicación, y sin efecto retroactivo, nos quedamos aun así con mucha mayor rigidez que la media europea, donde predominan en el despido las indemnizaciones de 20 días por año trabajado. Esto es importante si se quiere que las empresas se implanten en España y no en otros países.
La reforma apenas tendrá impacto a corto plazo en las empresas (que es donde se necesitan medidas de choque) y preserva un sistema laboral absolutamente discriminatorio, con diferentes clases de personas que tienen diferentes derechos.
Por un lado, quedan los funcionarios, trabajadores 100% blindados y, que hagan lo que hagan, no pueden ser despedidos; luego están los trabajadores fijos, a los que cuesta un dineral despedir y que, por tanto, se pueden permitir el lujo de trabajar a medio gas, drenando competitividad en su empresa, y, en último lugar, están los «parias», aquellos trabajadores temporales sin ningún derecho y que puede ser despedidos totalmente gratis.
Enrique Quemada
CEO de OnetoOne Capital Partners
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