Reverte tilda de barbaridad que La Mancha renuncie al dinero del trasvase por el agua

MURCIA- La retirada del Estatuto manchego no ha zanjado las discrepancias entre las dos comunidades, nada más lejos de eso, la mecha continúa, con especial incidencia en Castilla-La Mancha, donde continuamente los responsables políticos hablan del trasvase Tajo-Segura. Entre ellos, el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda de la Junta castellanomanchega, Julián Sánchez Pingarrón, quien aseguró que esta autonomía prefiere renunciar al dinero abonado por los regantes del Tajo-Segura a cambio de quedarse con el agua.La portavoz del Ejecutivo regional, María Pedro Reverte, calificó ayer esta propuesta como «una barbaridad más» del Gobierno de Castilla-La Mancha, a la vez que subrayó que la Junta «no puede apropiarse» del agua del río Tajo puesto que es patrimonio «de todos los españoles». «El Ejecutivo de José María Barreda parte de un error de base, que el río Tajo no es de Castilla-La Mancha, sino de todos los españoles como dice la Constitución Española», resaltó Reverte minutos antes de intervenir en la inauguración de unas jornadas sobre víctimas del terrorismo, organizadas por la Universidad Católica San Antonio de Murcia.Estrategia de distracciónLa portavoz del Ejecutivo murciano aseveró que estas manifestaciones responden a una estrategia del Gobierno manchego para evitar explicar en qué se ha invertido el dinero que los regantes murcianos han pagado durante todos estos años. «El Gobierno de Castilla-La Mancha lo que está haciendo es distraer la atención para no contestar sobre el destino del dinero finalista que los regantes han pagado por el agua del trasvase en sus 31 años de funcionamiento y que debería haberse invertido en infraestructuras hídricas en esa comunidad».La consejera resaltó que la Región paga el agua «más cara de toda España, más del doble de lo que pagan los castellanomanchegos» y que es «pionera y líderes nacionales tanto en depuración de agua y reutilización, como en modernización de regadíos». Reverte exigió a Barreda a que «deje tranquilos a los murcianos y se ponga a trabajar para solucionar los problemas» de su autonomía.