Eficacia mecánica con dimensiones justas

Este tipo de vehículos nacieron para cubrir las expectativas de un mercado potencial que reclamaba un automóvil todoterreno de paseo. El Yeti de Skoda encaja a la perfección en esta definición. Pero los fabricantes rápidamente pensaron que no estaría de más disponer, en estos coches que podríamos definir como todocamino, de una tracción a las cuatro ruedas. Por ello, el nuevo Yeti 4x4 no es más que una combinación, muy bien realizada, entre un puro todocamino y un clásico todo terreno; un vehículo que cumple con las cada día mayores exigencias de los usuarios. Ahora el cliente de este tipo de coche exige disponer de tracción total, pero sin tener que renunciar a la comodidad, espacio, prestaciones y comportamiento que ofrecen las berlinas más sofisticadas.

Aunque este nuevo Yeti 4x4 varía poco en sus formas externas respecto al modelo anterior, ha configurado su espacio interior para orientarlo al ocio gracias a un sistema de asientos denominado «Varioflex» que permite múltiples combinaciones para conseguir el mayor espacio para pasajeros y de carga posible.

Además, el Yeti 4x4 ha sido dotado de una mayor altura al suelo, para aquellos usuarios que quieran aprovechar sus buenas aptitudes TT. Ahora se pueden salvar obstáculos de gran altura o vadear regatos sin problemas. Para los más urbanitas, sus llantas de 17 pulgadas y los faros auxiliares ubicados en el mismo parachoques son detalles que ayudan a darle una imagen deportiva y mucho más ligera que cualquier otro vehículo de similares características.

Asimismo, los diseñadores de Skoda han cuidado mucho los detalles de terminación interior, ya que encontramos una acertada combinación entre piel y materiales plásticos de alta calidad, además de un diseño atractivo sin perder la personalidad de Skoda.

En lo que se refiere a la parte mecánica, destacamos el 2.0 TDi de 140 caballos, que se muestra muy ágil en carretera, a la vez que ofrece un funcionamiento muy elástico en recorridos fuera carretera. Un virtud que se debe sin duda al cambio automático/secuencial del tipo DSG de seis velocidades, que facilita la mejor motricidad al seleccionarse la marcha automáticamente según la orografía del camino por el que circulamos.

La gama del Yeti, con cambio DSG, se completa con la versión 1.2 TSi de gasolina que rinde 105 caballos y siete velocidades, y un diesel TDi de 110cv., ambos con tracción únicamente delantera.