Gobierno de España
Ministerios bonsái
Como le ocurrió a Felipe González, Zapatero se ha aficionado a los bonsáis. Miniaturas que, guardando el aspecto de organismo maduro, no dejan de ser, en este caso, algo innecesario, artificioso y caro para distracción de un presidente caprichoso. Zapatero cultiva ministerios bonsái, ministerios holograma, ministerios mascota… Se creó un Ministerio de Vivienda, renacido de las cenizas del régimen de Franco, donde antes sólo había una Dirección General y la empresa pública Sepes. Los resultados son conocidos: soluciones habitacionales (reinvención del colegio mayor), zapatillas «keli finder» y la Sociedad Pública de Alquileres SPA, un balneario que ha costado caro al contribuyente (19.652 euros por vivienda alquilada en 2008).Se puso al frente del Ministerio de Igualdad, auténtico holograma progre, a una joven experta en folklore cuya ocupación principal desde su nombramiento ha sido impulsar una ampliación del aborto, reclamada por el cártel de las clínicas abortistas pero que no estaba en el Programa electoral del PSOE y que además vulnera la Constitución. No se le conocen a la ministra de Igualdad iniciativas ante ciertas desigualdades flagrantes que afligen a muchos ciudadanos: familias que no pueden, en la práctica, escolarizar a sus hijos en su lengua materna castellana o que no tienen en todas las comunidades autónomas las mismas oportunidades de elegir la educación de sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas, filosóficas e ideológicas.El tercer bonsái es Cultura. No se trata sólo, como dicen los malpensados, de una antena de la SGAE y de los artistas de la «ceja». También se ocupa, en alguna medida, de un sector en el que confluyen competencias y presupuestos de todas las administraciones. Esto da lugar, en ocasiones, a que se destinen recursos públicos a proyectos clientelistas o muy poco razonables, lo que también ocurre en otros ministerios, como se puso de manifiesto con la cúpula de la Alianza de las Civilizaciones de Ginebra.Ignorando tres acuerdos mayoritarios del Congreso, Zapatero ha mantenido sus ministerios bonsái. Es una muestra más de suficiencia mesiánica, de desprecio al Parlamento y de cómo el presidente da prioridad a sus ocurrencias –pues no otra cosa son los ministerios bonsái– frente a la necesidad de dar ejemplo de esa austeridad en el gasto que tanto reclaman los ciudadanos.
*Senador del PP por la Comunidad de Madrid
✕
Accede a tu cuenta para comentar