Un Mundial digital: la excusa para renovar el equipo del salón

Arranca el mundial, y los fabricantes se afanan en ponernos la miel de sus últimas piruetas tecnológicas en los labios como señuelo para cambiar de televisor y, de paso, el resto del equipo del salón.Como estrella invitada, la tecnología 3D. Nos acabábamos de acomodar a la TV digital, apenas había irrumpido la alta definición y ya tenemos un nuevo actor con el que compartir el sofá. Un actor que promete convertir los partidos en una experiencia casi real y las películas en un baño de sensaciones.

Qué mejor para aderezar estas nuevas impresiones que un equipo de sonido que dé la talla: Un sistema de cine en casa de ocho altavoces, por ejemplo. O un proyector con una pantalla gigante, por si queremos una auténtica sesión cinematográfica. O un disco duro multimedia para guardar los partidos de la selección al menos hasta cuartos de final, o incluso más allá, si logramos como parece que por fin romperemos la «maldición».

Pero para disfrutar de estas exquisiteces habrá que aflojar la cartera. Para empezar, el 3D no funciona en cualquier televisor, por muy nuevo que sea. Hay que comprar uno adaptado, y sus correpondientes gafas, en tamaño infantil o para adultos. Tantas como espectadores quieran que los chutes de Villa y compañía les rocen la cabeza. Cabe aclarar que, de momento, esta tecnología sólo está disponible en plataformas de pago y en 30 títulos de Blu-ray.

Un sonido envolvente ayudará a aumentar el «feeling» de que estamos en un estadio, con los tambores por detrás y los pitidos por delante. Para ello, nada mejor que un equipo de cine en casa con una configuración 7.1, efectos de audio 3D y altavoces traseros inalámbricos. Para tenerlo todo a mano, imprescindible el control remoto universal que unifique los mandos. Y para acompañar las tardes futbolísticas, un grifo de cerveza que ahorre visitas al frigorífico y una tableta para vigilar el estado de las apuestas en internet. Un verano muy digital.