Tintoretto y Casas

Gran idea la de los chicos del Museo Nacional de Arte de Cataluña, Mnac para los abreviados, la de sacar de las salas de exposición algunos de sus cuadros y plantarlos en las calles de Barcelona. No esoriginal, porque algo así ya se puso en marcha en Nueva York o Londres, pero la cosa desde luego que merece ser aplaudida.

Pero, siempre hay un pero, a uno le choca lo que pasa con dos de las obras. En plena Diagonal, junto a una tienda de moda masculina, se ha dejado el «Retrato de caballero» de Tintoretto. Colocada la reproducción de la obra junto a la puerta del establecimiento, uno se puede preguntar si Tintoretto empezó su carrera como publicista de la tienda o si ésta participa en el accionariado del museo. Lo que está claro es que el gran pintor de las escuela veneciana del siglo XVI supo plasmar como nadie al hombre de su época, al menos el de una clase social muy acomodada.

Ante iniciativas de este tipo, siempre hay algún gamberro impertinente. Quien los ha sufrido es el pobre Ramon Casas. Su «Corpus. Salida del Santa María del Mar», instalada junto a la Iglesia de ídem, ha sido robada. ¿Para que querrá alguien esa reproducción acartonada del gran cuadro? Uno ingenuamente quiere pensar que el gamberro es un frustrado coleccionista de arte, alguien que se ha paseado suspirando por la Sala Parés, y ahora tiene su tesoro. Ojalá.