Cádiz
Stoner devuelve el golpe en Jerez
Responde al triunfo de Lorenzo en Qatar con su primera victoria mundialista en este circuito
Nunca la victoria de un bicampeón del mundo es una sorpresa, pero la forma en la que se había desarrollado el fin de semana si permitía al menos dudar un poco sobre lo que Stoner sería capaz de hacer en la carrera. No brilló el sábado en busca de la «pole» como acostumbra y ayer por la mañana ni siquiera hizo un tiempo válido durante el «warm up». Salió de los boxes para volver a entrar en el siguiente giro. No tenía los antebrazos para demasiadas fiestas –por el síndrome compartimental que le complicó la vida en el estreno del campeonato– y decidió cuidarlos. Prefirió reservar fuerzas para el momento de la verdad, cuando se reparten los puntos, y el plan le salió perfecto, porque consiguió su primera victoria mundialista en Jerez después de una larga travesía en cabeza y de aguantar la presión que le puso Lorenzo.
Stoner devolvió el golpe al mallorquín en la primera oportunidad que tuvo; si fuera fútbol, se diría que puntuó en campo contrario. En Qatar, Jorge remontó de forma brillante cuando se esperaba la enésima victoria del «canguro» en un circuito en el que se siente como en casa. Es su «hogar» y Lorenzo llegó sin avisar, se sentó en el sofá, puso los pies encima de la mesa y abrió la nevera y varios armarios sin pedir permiso. Stoner en Jerez, un lugar especial y mágico para su rival, se tomó la revancha, para confirmar que aquellos que quieran quitarle la corona van a tener que arrancársela dándole duro al acelerador en cada curva.
Eso hizo Lorenzo, pero se encontró con un día inspirado de su rival y con algunos problemas en el neumático delantero. Eligió el compuesto blando, imaginando que la pista estaría algo más húmeda, y no le fue tan bien como a las Honda, que miman más las gomas. Después de unas dos primeras vueltas alocadas con Pedrosa al mando, la carrera se convirtió en una especie de prueba de persecución en la que Lorenzo y Stoner exprimían el crono en cada giro. Fiel a su estilo, el australiano miró más hacia delante que hacia atrás, dispuesto a abrir el mayor hueco posible respecto a su rival. Nunca fue más allá del segundo de diferencia, poco en apariencia, pero bastante en términos de MotoGP.
Jorge siempre es mejor en las segundas partes, así que el público esperaba el mismo desenlace que en Qatar. Esto parecía que podía suceder cuando a falta de tres pasos por meta el mallorquín se pegó al tubo de escape de su enemigo. Lo mismo había ocurrido unos minutos antes, pero por culpa de un pequeño error de Casey. Ahora se trataba de ritmo puro y duro y no parecía faltar mucho para que Lorenzo pudiese probar el adelantamiento. Los brazos de Stoner aguantaron el pulso y Lorenzo desplegó la bandera blanca. «Tenía un dilema en mi cabeza entre ganar aquí y evitar caerme. No tenía mucha confianza en mi frenada y he pensado en el campeonato. Era un poco lanzarse y ver qué pasaba, así que he preferido no realizar esa maniobra. Los dos nos podíamos ir al suelo y no era justo», explicaba Lorenzo, que no arriesgó al límite porque la lluvia se había ido momentáneamente, pero la pista guardaba algo de humedad.
Esas pequeñas zonas mojadas hicieron que Pedrosa se lo tomara con calma al principio. «Me he puesto primero y no sabía cuánto tirar. Luego me he quedado bloqueado y cuando he cogido el ritmo bueno ya era tarde», decía Dani, que completó el podio tras una actuación de menos a más. «No fue el mejor de mis días, pero un tercer puesto está bien en un fin de semana tan complicado. A ver si puedo afinar en Estoril».
Los tres magníficos repitieron cajón de honor en Jerez y Qatar y resulta complicado imaginar a otro piloto entre los lugares de privilegio. El campeonato es cosa de ellos y tan importante es sumar como no dejar de hacerlo. La pista gaditana no estaba para arriesgar. Ya habrá tiempo.
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