FCC paraliza su inversión en renovables por las ayudas

Barcelona- La incertidumbre que reina en torno a las ayudas para el sector de las energías renovables ha llevado a FCC a paralizar sus inversiones en termosolar, según aseguró ayer el presidente de la compañía, Baldomero Falcones, horas antes de la junta de accionistas. El grupo tenía actualmente en marcha el desarrollo de dos plantas de este tipo con una inversión de unos 600 millones de euros, y cuya puesta en servicio está programada para 2012 y 2013, respectivamente. Sin embargo, las dudas sobre cómo van a quedar las primas al sector, después de que se haya difundido la posibilidad de eliminarlas con carácter retroactivo, han llevado a FCC a reconsiderar ambos proyectos, si bien Falcones precisó que no se ha roto ningún acuerdo de financiación para los mismos. CríticasFalcones se mostró muy crítico con la posibilidad de que el Estado no sólo elimine futuras ayudas para un sector que la compañía considera estratégico sino que, además, se plantee reclamar las ya concedidas. «Muchos bancos extranjeros han entrado en el sector y cambiar las reglas del juego afectaría a la credibilidad de España y le haría mucho daño», lo que acabaría por tener «un alto coste» para el país, aseguró.El presidente de FCC también se refirió a otro de los grandes asuntos que preocupan al sector de la construcción, los recortes en la inversión de Fomento. De momento, el ministerio de José Blanco no ha explicado a las empresas cómo va a ser el ajuste de 6.400 millones previsto para este año y el que viene y ha pedido un margen de tres o cuatro semanas para poder concretarlo. Falcones aseguró que tanto FCC como el resto de empresas están dispuestas a colaborar con Fomento para encontrar una solución. De hecho, se reunirán la semana próxima en la sede de la patronal, Seopan, para preparar la interlocución con el ministerio.

Con la vista en el exteriorFCC tiene puestas buen parte de sus esperanzas de crecimiento en el exterior. La compañía aspira a que en 2013 el 60% de sus ingresos provengan del extranjero, según explicó Falcones, para lo que la compañía está trabajando de forma intensa en países como Argelia, Brasil, México o los Emiratos Árabes Unidos, sin olvidarse de EE UU, donde estudiarán las posibles oportunidades que surjan. Para este año, el grupo se ha fijado como objetivo rebajar su deuda neta por debajo de los 7.500 millones de euros, después de cerrar 2009 en 7.655.