Casillas y Carbonero pasean su amor por San Francisco

Los «paparazzi» les imaginaban en algún destino exótico lo más alejado posible de la marea «post Mundial» que se ha organizado alrededor de su relación. Pero la pareja del verano ha comenzado sus vacaciones en un lugar, como poco, curioso. Las calles de San Francisco son testigo del relajado amor de Sara Carbonero e Iker Casillas que, como dos turistas más, se han dejado atrapar por el encanto de la ciudad. La pareja ha dedicado las primeras horas en este cosmopolita destino a conocer los rincones más curiosos de San Francisco. Aunque eran conscientes de la presencia de los fotógrafos, su actitud era relajada e incluso se detuvieron a compartir impresiones y a hacerse fotos con algunos turistas a los que no les pasaron desapercibidos. Prodigándose todo tipo de arrumacos en cualquier rincón de la ciudad de las colinas, la pareja más buscada aprovechó para renovar el armario y visitó las rebajas de varias tiendas, entre ellas una de «souvenirs», donde aprovecharon para comprar algún recuerdo de su viaje. De tienda en tienda, haciendo alguna parada en una cafetería para retomar fuerzas, el guardameta y la periodista terminaron la tarde descansando en un banco de un céntrico parque como una pareja más de enamorados. No se ocultanConscientes del interés mediático que despierta cualquier paso que dan y de que iba a resultar imposible darle esquinazo a los fotógrafos, el portero y la reportera han decidido no ocultarse, por lo menos en su primer destino extranjero. Se les pudo ver en el aeropuerto de Barajas antes de tomar el vuelo a EE UU y en las dos semanas que a Casillas le quedan de vacaciones (se incorpora a los entrenamientos de Mourinho el próximo 2 de agosto) es muy probable que elijan un destino más exótico en el que será más difícil «pillarles». La pareja comenzó su descanso tras el ajetreado Mundial y el posterior revuelo mediático por la declaración de amor en directo de Casillas, visitando el pueblo abulense de Navalacruz, donde el portero pasó parte de su infancia, y donde actualmente se está construyendo una casa. Ambos pasaron una agradable jornada paseando tranquilamente y saludando a todos los vecinos que se acercaban. Estas imágenes avivaron la noticia que publicó la revista «In touch» sobre la inminente boda de la pareja, en la que aseguraba que ya tenían el consentimiento de las dos familias y que se darían el «sí quiero» en Corral de Almaguer, el pueblo toledano que vio crecer a la periodista. Pese a que la propia protagonista lo negó a su vuelta de Suráfrica, son muchos los que quieren verles en el altar como colofón a una historia de amor de la que ha sido testigo toda España. Pero parece que el enlace tendrá que esperar al menos hasta que vuelvan de unas vacaciones de las que todo el país ha sido testigo.