No hay que ser tan sincero

Barreda se equivocó. No por decir la verdad sino por ser tan sincero. Una cosa que aprenden los políticos es que siempre no es necesario decir la verdad. El presidente de Castilla-La Mancha no hizo más que expresar lo que se ha convertido en una opinión generalizada entre los dirigentes socialistas. Es decir, que Zapatero es un lastre. Las autonómicas se presentan muy difíciles para el PSOE, porque servirán para expresar el descontento con el presidente del Gobierno. Esto perjudica a sus candidatos en autonomías y municipios. No importa que se presenten a la reelección, porque la ola azul beneficia a sus rivales. Barreda puede perder la presidencia y no será por culpa de su gestión. Zapatero está dolido con lo que está sucediendo. Es posible que sea injusto el distanciamiento y las críticas de dirigentes que hasta hace poco le eran leales, pero nadie puede asegurar que la política sea justa sino más bien lo contrario. Barreda ha rectificado sus palabras, pero no importa porque no cambia la realidad.