Bayern Munich
La obligación de ganar
España ha convertido el triunfo en una rutina. «Ahora no valoramos tanto las semifinales como hace cuatro años», confiesa Xabi Alonso
GNIEWINO- España gana, pero ya no disfruta como antes. «Estamos muy contentos por haber pasado a semifinales, pero no lo valoramos tanto como hace cuatro años», asegura Xabi Alonso. «No sé si tiene lógica», añade. «La Roja» se ha acostumbrado a ganar y ya no valora los avances en la competición como antes. Los cuatro goles de Butragueño a Dinamarca en el Mundial de México se tomarían ahora como una anécdota porque sólo significaban el pase a cuartos de final. Pero esa barrera cayó con los penaltis ante Italia en 2008. Y España ya no se emociona. «Hemos pasado de pobres a ricos demasiado rápido y no sé si lo valoramos», afirma Vicente del Bosque. El seleccionador se lamentó de que «La Roja» fuera «la única selección que pasó de ronda y no se abrazó». «Parecía que habíamos ganado un partido de Liga cualquiera», se quejaba.
Algo parecido sucedió con el pase a semifinales. La alegría fue un poco más visible, pero no para los cerca de 2.000 aficionados que habían recorrido más de 4.000 kilómetros, algunos por carreteras infernales, para apoyar a su Selección y al final del encuentro sólo recibieron el saludo, el agradecimiento y los guantes de Casillas. El capitán es un ejemplo que no siempre imitan sus compañeros. «Es cierto que podíamos haber mostrado más alegría e ir a celebrarlo con la afición. Quiero pedirles disculpas. No volverá a ocurrir y espero que podamos celebrar con ellos el pase a la final», dice Cesc Fábregas. El internacional encuentra una explicación a tanta frialdad: «A veces estamos tan autopresionados, con tanta autoexigencia, que queremos transmitir tranquilidad. Lo único que queríamos el otro día era saludarnos en el centro del campo», explica.
Ganar se ha convertido en una rutina para España, una obligación y eso hace que el grupo no disfrute de las victorias. El segundo entrenador, Toni Grande, quiso disculpar a los internacionales el pasado domingo: «Sí se celebró, por lo menos en el vestuario hubo celebración y bastante grande, con música, abrazos y ambiente de haber pasado a una semifinal. En el campo, no tanto». La frialdad con la que los internacionales celebraron el triunfo sobre el césped contrastó con la alegría desatada en el banquillo por el primer gol de Xabi Alonso. Reina, Negredo, Cazorla y Javi Martínez se metieron en el campo para celebrarlo con los titulares. Después, tuvieron que pedir disculpas al cuarto árbitro.
«Nosotros nos autoexigimos, asumimos responsabilidades por la presión que pueda haber en torno a un posible triunfo», afirma Xabi Alonso. «No queda más remedio que convivir con ella, sea lógico o no», explica. A España ya sólo le sirve ganar.
Cesc apuesta por una final ante Alemania
«España-Alemania es la final que he puesto en la porra». Cesc apuesta por una repetición del último partido de hace cuatro años, a ser posible con el mismo resultado, aunque el gol lo vuelva a marcar Fernando Torres y no él. Ese partido es el que espera el mundo entero, el encuentro entre el campeón de todo y el aspirante oficial. Porque Alemania aspira desde 2008 a convertirse en la heredera de «La Roja». Hace dos años, en el Mundial, el duelo se adelantó a las semifinales, otra vez con triunfo español por 1-0. Y ésa debería ser la final si la lógica existiera en el fútbol. «Alemania lo tiene todo», reconoce Cesc. El mundo espera la revancha.
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