Bruselas intenta que la ayuda a la banca no lastre la deuda española

BRUSELAS- Sin que todavía se haya superado la resaca por la pesadilla vivida en la Unión Europea durante los últimos días con motivo de las elecciones en Grecia, el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, se lanzó ayer desde Los Cabos (México), donde asistió a la reunión del G-20, a un ambicioso ejercicio de imaginación que tendrá que demostrarse en la práctica en poco tiempo o será otra fuente de frustración para los mercados. El presidente del Ejecutivo comunitario aseguró que en el último trimestre del año presentará un proyecto para crear en 2013 una unión bancaria que daría a una agencia transfronteriza poderes de supervisión sobre las grandes entidades en todos los países de la UE.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó que éste será uno de los asuntos centrales que se planteará en la cumbre europea de finales de junio de Bruselas y que presentarán a los líderes del G-20 para tranquilizarles sobre la situación de la zona euro.
Los responsables europeos defendieron que la profundización de la unión fiscal y monetaria pasa por reforzar la supervisión bancaria y hacerla más efectiva, por un sistema común de garantía de depósitos, por el lanzamiento de un sistema bancario más integrado a nivel europeo y por un fondo de rescate pagado por el impuesto sobre las instituciones financieras.

Este nuevo edificio en la arquitectura de la unión monetaria se añade a la mejora de los mecanismos de supervisión presupuestaria, previstos en el «six pack» y en el más reciente «two pack» de control de las cuentas públicas y de los desequilibrios nacionales. Además, allana el terreno para los eurobonos, los cuales, pese a la negativa que mantiene Alemania de momento, comienzan a calar en el ideario europeo.

No obstante, Barroso recalcó que cuando existan estos eurobonos, no darán a los países «licencia para gastar más», sino que supondrán «una herramienta poderosa para aumentar la disciplina y la estabilidad». «Espero que el G-20 exprese su confianza a las medidas que hemos tomado en la Unión Europea, y a las que vamos a tomar a partir de ahora», manifestó el presidente de la CE.

En este sentido, Barroso recalcó que el comercio podría ser un motor de crecimiento, pero el aumento del proteccionismo en algunos países merma el potencial del comercio para generar crecimiento y empleo.

El presidente de la Comisión Europea reveló, por otra parte, que su equipo está buscando la forma de que el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros que el Eurogrupo prepara para el sector español «evite cualquier contaminación entre deuda financiera y soberana».
A su juicio, el hecho de que la asistencia se conceda al Estado y no directamente a los bancos es lo que está provocando una reacción negativa de los mercados contra España y por eso se ha llegado a máximos de rentabilidad de la deuda.

Gran impacto
«La Comisión Europea está a favor de un sistema que evite en la medida de lo posible cualquier tipo de contaminación entre deuda financiera y deuda soberana, porque creemos que éste es uno de los problemas que puede tener un impacto negativo en términos de reacción de los mercados», dijo Barroso en rueda de prensa.

«Lo que esperamos ahora es que España presente su petición formal y entonces discutiremos entre los países de la eurozona la mejor forma de hacerlo. En este momento no puedo decir cómo se establecerá exactamente el mecanismo de apoyo al sector financiero en España», manifestó.