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Julio Iglesias Jr y Charisse Verhaert una boda con grandes ausencias

Con la ausencia de su hermano Enrique, sus hermanastros -Miguel Alejandro, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo-, sus sobrinos, Alejandro y Sofía; su cuñado Christian Altaba, y la esposa de su padre, Miranda Rijnsburguer, Julio Iglesias Jr. y Charisse Verhaert han celebrado su romántica boda.

A lo largo de cincuenta y una páginas, la revista ¡Hola! exhibe con detalle la boda de Julio Iglesias, Jr., y Charisse Verhaert en el palacio El Rincón, propiedad del marqués de Griñón, padre de Tamara, hermanastra del novio.

A pesar de las ausencias, esta boda ha escenificado el esperado encuentro entre Julio Iglesias e Isabel Preysler después de siete años sin verse.

"Afortunadamente nos llevamos muy bien y todo transcurrió estupendamente", ha dicho Isabel Preysler, que por primera vez ha ejercido de madrina, una romántica ocasión para la que ha escogido un vestido de "chiffon"azul pavo salpicado de "paillettes"en el escote y la cintura, creación del diseñador Miguel Mota.

Isabel Preysler asistió a la boda acompañada de su esposo, Miguel Boyer, que charló afectuosamente con el cantante Julio Iglesias.

Miguel Boyer, que por primera vez acudía a un acto social ocho meses después de sufrir una hemorragia cerebral, se retiró nada más terminar la cena porque "se sentía indispuesto", han explicado a EFEstilo fuente próximas a la familia.

"A Miguel le hace muy feliz esta boda, ya que en este caso ganamos una hija", ha expresado Isabel Preysler, quien se dejó llevar por la romántica ceremonia y no paró de llorar.

Y esa hija, la novia, que lució un vestido de corte romántico cosido con encaje de Chantilly y velo de cuatro metros, creado también por Miguel Mota, contó con la ayuda de dos excepcionales dama de honor: Tamara y Ana, sus cuñadas, a las que quiere como "verdaderas hermanas", según cuenta en la publicación.

Como buena anfitriona, Tamara, vestida con un vestido verde agua estilo años cincuenta, además de ocuparse de que no le faltara nada a la novia, se encargó de llevar la cola del vestido nupcial hasta la capilla.

Tras la ceremonia, Ana, muy elegante con un vestido corto de seda bordado en cristal y metal platino, relevó a su hermana en el papel de dama de honor y acompañó a la novia hasta el salón en el que se celebró la cena, servida por José Luis -regalo del hostelero a los novios- en la que se sirvieron rollitos de salmón rellenos de queso, jamón serrano, piruletas de parmesano, tortilla de patata, sushi, lasaña de verduras y langostino y merluza al pil-pil.
A continuación, se sirvieron los postres y los novios se encargaron de cortar la tarta nupcial de cinco pisos de bizcocho y crema de vainilla, momento en el que Julio Iglesias Jr. dijo: "Charisse ha nacido para ser mi mujer, tiene todo lo que pueda soñar".

Tamara añadió: "Sois la pareja perfecta y vais a tener los hijos más guapos del planeta".
Después de escuchar esas emotivas frases, la novia se retiró del salón y se cambió de vestido, un atrevido modelo de fiesta con el que inauguró el baile con la romántica canción "She is got a way", de Billy Joel.

Seguidamente, Isabel Preysler, Tamara y Ana estudiaron el fabuloso modelo que vestía la novia, con un pronunciado escote en la espalda, y se sumaron a la pista de baile, lugar en el que todos los miembros de la familia se fundieron en tiernos abrazos.

Chabeli Iglesias, sin hijos ni marido, estuvo en un discreto segundo plano junto a su padre, Julio Iglesias, a quien abrazó largamente nada más llegar al palacete y así acabar con los rumores que hablaban de una complicada relación.

A esta boda tan íntima "no asistieron las amigas de Isabel Preysler", según han explicado a EFEstilo fuentes próximas a la familia, aunque sí estuvo presente la marquesa de Santa Rita, madrina del novio y amiga de Isabel Preysler.

Sin embargo, a la boda, que se prolongó hasta las seis de la mañana, sí asistieron las persona de servicio de la residencia del matrimonio Boyer-Preysler, según las mismas fuentes.