Roma

Monti aprueba un drástico plan de ajuste para ahorrar 30000 millones de euros

Casi todos en Italia tienen la misma opinión respecto al nuevo plan de ajuste económico: es una medicina amarga y difícil de tragar, pero sin ella el país, el euro y la propia Unión Europea sufren el riesgo real de desmoronarse. Un día antes de lo previsto, el Gobierno de Mario Monti aprobó un paquete de duras medidas valoradas en 30.000 millones de euros con las que espera relanzar la economía del país, reducir la deuda pública y acabar con el déficit presupuestario.

Vista general de la reunión del Consejo de Ministros italiano celebrada en Roma
Vista general de la reunión del Consejo de Ministros italiano celebrada en Romalarazon

Roma- Con estos tres pilares, «Súper Mario», como es apodado, pretende recuperar la confianza de los mercados, cuya pérdida explica en parte la caída de su antecesor, Silvio Berlusconi. Para dar ejemplo en un país con una desprestigiada clase política, el propio Monti anunció que renunciaba a su sueldo como primer ministro.

Como llevaba anunciándose desde que se convirtió en primer ministro hace un par de semanas, el plan de austeridad de Monti pivota sobre el «rigor», la «equidad» y el «desarrollo». Al menos, eso asegura su artífice. Buena parte del ahorro planeado vendrá con la reforma de las pensiones, que quedan congeladas durante los dos próximos años. Las mujeres dejarán de jubilarse antes y, como los hombres, deberán hacerlo tras haber cotizado 41 ó 42 años. Así, se prevé que pueda trabajarse hasta los 70 años, penalizando además a quien deja su puesto antes de los 66.

Además, se recupera el impuesto de propiedades sobre la primera vivienda y los yates y otros bienes de lujo serán gravados con mayor intensidad.

A los sindicatos no les ha gustado nada el tijeretazo de Monti. Aunque están de acuerdo en que hay que hacer sacrificios para salir de la difícil situación en que se encuentra la economía del país, consideran la receta del ex comisario europeo excesiva y dañina para los trabajadores. Susanna Camusso, secretaria general de la Cgil, el principal sindicato italiano, interpretó los recortes, y en especial la reforma de las pensiones, como un «golpe durísimo». Pidió al Parlamento italiano que modifique las medidas anunciadas para que no sean tan onerosas para los ciudadanos y prometió un bloque unido con las otras centrales sindicales para parar el paquete de ajuste.

Por su parte, la líder de la patronal italiana, Emma Marcegaglia, calificó el plan de reformas de «indispensable».

 

El paquete de reformas

Pensiones congeladas y tasas
Se congelan las pensiones superiores a 960 euros y se recuperan impuestos sobre la primera vivienda, abolido por Silvio Berlusconi. Italia es de los pocos países donde no existe.
Aumenta la edad de jubilación
En 2018 un trabajador italiano deberá tener 66 años y haber trabajado entre 41 y 42 años para recibir la pensión.Las mujeres, además, pierden el privilegio de jubilarse antes que los hombres.
El lujo pagará más impuestos
La posesión de bienes de lujo, como los yates o las viviendas, será gravada con dureza por el fisco. Así, por ejemplo, costará hasta 150 euros al día navegar por aguas italianas o hacer escala en alguno de sus puertos.