Zapatero atrapado en la Red

La dimisión de Zapatero es un clamor popular. Los bares y cafeterías, como lugares de encuentro social, han dejado de ser los únicos termómetros donde medir el clima de opinión y ahora comparten la tarea con las redes sociales, en Internet. Los españoles han encontrado una nueva forma de sano ejercicio democrático para expresar su sentir y malestar por la gestión nefasta del presidente socialista. Efectivamente, la Red está resultando ser un medio muy útil para conocer lo que piensan los ciudadanos sobre determinados asuntos de actualidad, de ahí que se haya convertido en uno de los principales objetivos de los partidos políticos. El problema radica en la forma en la que uno está presente en Internet, máxime si se trata del máximo dirigente de un país, que necesita el respaldo de la ciudadanía para mantenerse al frente del mismo. En este sentido, tanto Zapatero como el propio partido socialista deberían preguntarse qué han hecho tan mal como para haber generado tanta oposición y rechazo a través de las redes, en ese ciber-clamor popular. No son necesarias muchas horas de navegación en espacios como Facebook para que salgan a tu encuentro más cien de grupos críticos con Zapatero, de muy diversa naturaleza, pero todos con el mismo transfondo: un enorme descontento con la política de Zapatero. La incapacidad, la falta de talla política que exige el momento y la improvisación demostrada a lo largo de este largo período de crisis ha revertido en la necesidad imperiosa de poder elegir a un nuevo presidente de España, que motive a los empresarios, ilusione a los ciudadanos y que sea capaz de dirigir un país cada vez más hundido y deprimido ante tanta decisión equivocada y una absoluta falta de coherencia.Les animo a sumergirse en la Red y echar un vistazo a lo que aparece en el ciberespacio. Grupos como «Yo no voté a Zapatero, tengo la conciencia tranquila, ¿y tú?»; «Para que el Tío de la Vara le haga una visita a Zapatero», «¿A que conseguimos cuatro millones de personas pidiendo la dimisión de Zapatero?», «España sí, Zapatero no» o «Zapatero sabe de economía lo que yo de reproducción de los cefalópodos» son buenos ejemplos de lo que se mueve en la Red. Unos con más humor que otros, muchos como vía de escape a una decepción que atenaza a todos los ciudadanos, estos grupos cuentan con miles de fans de todos los puntos del país, y revelan un malestar generalizado que Zapatero y su partido no pueden obviar, ni disimular. El presidente que aspiraba a convertirse en el máximo garante de los derechos sociales en España, aquel que basaba su discurso electoral en una retórica que se ha demostrado vacía y sin contenido, acaba de condenar a los españoles a la mayor pérdida social de la historia de la democracia. La demagogia y la hipocresía, tristemente, se han revelado como el verdadero fundamento de este gobierno socialista, las características con las que la historia recordará a este Presidente y a su equipo.El castillo de naipes del gobierno socialista se ha derrumbado y es urgente que otra persona coja las riendas de este país, prisionero de un Presidente en estado de shock, y lo devuelva a los niveles de bonanza y bienestar que se habían ganado todos los españoles con esfuerzo, con trabajo, con ilusión.El Partido Popular ya lo ha demostrado y puede sacar a España del peor de los escenarios económicos. Está capacitado para ello y lo hará tan pronto como los ciudadanos tengan la oportunidad de acudir a las urnas.

Teresa MORENO. Vicesecretaria del Partido Popular de la Región de Murcia