Estreno

«Tron: Legacy»: Existen otros mundos

Director: Joseph Kosinski. Guión: J. Kosinski y A. Horowitz. Intépretes: Jeff Bridges, Garrett Hedlund. USA, 2010. Duración: 127 minutos Ciencia-ficción

«Tron: Legacy»: Existen otros mundos
«Tron: Legacy»: Existen otros mundoslarazon

Convertida en película de culto, la visionaria «Tron: Legacy» (Steven Lisberger, 1982) vuelve a nosotros hecha vistosa carne mortal de celuloide gracias, así es la vida en ocasiones contadas, a las notables habilidades del novato Joseph Kosinski, un tipo curtido sobre todo en terrenos de la publicidad. El resultado es un filme asombroso desde el punto de vista estético (resultan especialmente hipnóticos los combates de discos, las carreras de motos, y un acierto el vestuario, con esos hermosos y herméticos trajes de rayas blancas, naranjas o amarillas...), una secuela que retoma la vida de Sam, un joven que vive con su perro en una especie de hangar experto en tecnología e hijo del prestigioso Kevin Flynn, que desapareció de manera misteriosa cuando él era sólo un niño. San todavía lo está buscando y echando de menos. A ritmo frenético de videojuego, el chico acaba inmerso en un violento mundo digital donde los humanos pasan a convertirse en meros «programas», un cyber universo regido por cierto tiránico individuo que se parece sospechosamente a Jeff Bridges cuando era bastante más joven que ahora, y mira que se conserva bien. Y en el que, verbigracia, un rubísimo Michael Sheen (el sólido inglés se trata ciertamente de un actor elástico y sin miedo a los cambios: «La Reina», «Underworld. La rebelión de loos licántropcos», «El desafío: Frost contra Nixon»...) hace labores de villano con un guiño a los chicos malos de «la naranja mecánica»
La historia, nada nuevo, por otra parte, suele ocurrir en este tipo de género, resulta tan previsible como un poco embarullada. Pero, tranquilos: a lo mejor, el público, borracho de sonidos y preciosas e impactantes imágenes en 3D, no se da cuenta hasta que enciendan las luces y abandonde la sala. Mejor para él.