Blindaje a la Casa de Campo para impedir la venta ilegal de comida latina

Y es que ya es tradición para la comunidad latina afincada en la capital reunirse todos los domingos que el tiempo acompañe junto al Lago para cocinar y vender platos típicos de sus países. Lo que comenzó como algo esporádico y sin ánimo de lucro, acabó convirtiéndose, con el paso de los años, en un negocio del que participan cientos de personas. Pero además de poder adquirir los platos más típicos de la cocina colombiana o boliviana a un módico precio, también es posible comprar ingredientes de aquellos países imposibles de encontrar en un supermercado normal y tomar en la calle bebidas alcohólicas originarias de Latinoamérica. En definitiva, un rosario de actividades ilegales que la Policía Municipal decidió erradicar hace justo una semana. La detención de uno de estos vendedores fue el detonante de una batalla campal que acabó con el resto de compatriotas lanzando piedras y botellas a los agentes.

Hoy ya no podrán instalar su puesto en la Casa de Campo y se espera que puedan trasladarse al parque de Pradolongo, en el distrito de Usera.