Eurocopa

Comunidad de Madrid

Reina pone la guinda al recibimiento triunfal

La selección de fútbol recibió ayer todo el agradecimiento de la afición española durante el recorrido por las calles de Madrid, abarrotadas por vecinos de la capital y de distintas ciudades para saludar a los campeones del mundo al grito de «Campeones».

El delantero de la selección española de fútbol, David Villa, sostiene la Copa del Mundo junto a sus compañeros
El delantero de la selección española de fútbol, David Villa, sostiene la Copa del Mundo junto a sus compañeroslarazon

MADRID- «Os queremos la hostia y queremos daros las gracias porque vuestra fuerza nos ha llegado», dijo Pepe Reina desde el escenario. El portero del Liverpool, como hace dos años, cuando España ganó la Eurocopa, era el maestro de ceremonias. El encargado de presentar a sus compañeros y de agradecer a la gente, a España su apoyo durante todo el Campeonato del Mundo «Todo empezó hace dos años y 13 días marcando el gol a Alemania. Nos hizo creer y por eso hemos ganado el Mundial», dijo Pepe Reina cuando le tocaba presentar a Fernando Torres. La memoria es agradecida. Y Pepe Reina también.

Alrededor de las 11 de la noche, los internacionales finalizaban su recorrido por las calles de Madrid. Se bajaron del autobús y siguieron la fiesta. La misma que comenzó el domingo por la noche, cuando marcó Iniesta en el Soccer City de Johannesburgo y que parece que no tiene fin.

Las calles de Madrid habían dado las gracias con camisetas rojas, banderas y gritos de ánimo a los héroes que han dado a España su primera Copa del Mundo. Muchos eran madrileños. Otros habían llegado sólo para festejar y dar las gracias al grito de «Campeones». Tras las recepciones oficiales en el Palacio Real y el de La Moncloa, la comitiva entró en la ciudad minutos después de las 20:00 horas por la calle Princesa para hacer el tránsito en dos autobuses descapotables, que fueron seguidos por muchos aficionados, a pie y en moto.

Con un enorme «Campeones» pintado de amarillo en el frontal superior del autobús y una bandera con el típico toro español, los jugadores dieron rienda suelta a su alegría saludando al público con la Copa del Mundo en alto, que no dejó de pasar de mano en mano aunque al capitán, Iker Casillas, le costara soltarla.

Pepe Reina, antes de la actuación final, animó vuvuzela en mano a los miles de aficionados que desafiaron el intenso calor para dar la bienvenida a «La Roja», mientras Sergio Ramos y Fernando Torres no dejaban de ondear una bandera.

A algunos les costaba mantener el equilibrio con el autobús en movimiento y las facultades mermadas por la falta de sueño. Y las cervezas que llevaban en la mano. Fernando Torres ya no era el héroe, como hace dos años, pero hizo un guiño a sus fieles rojiblancos, arropado con una bandera española con el escudo del Atlético de Madrid. Joan Capdevila y Cesc Fábregas pusieron el toque de humor con pelucas color rojo y gualda mientras Andrés Iniesta no se cansaba de escuchar «Iniesta, España está de fiesta.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón se sumaron a la bienvenida que vivirá su punto final en la explanada del Puente del Rey, donde Ketama, David Bisbal, David Bustamante y Hombres G, entre otros, amenizaron la espera de decenas de miles de personas. El último, Manolo Escobar, vestido con chaqueta roja y camisa amarillas para cantar el «Que viva España».

Y llegó Reina con sus dedicatorias cariñosas para sus compañeros. «Es incombustible y feo de cojones», dijo de Capdevila. Justo después de «secuestrar» a Cesc para vestirlo con la camiseta del Barcelona con la ayuda de sus compañeros azulgranas. El portero aprovechó para desmentir su mala relación con Valdés. «Decían que nos llevábamos mal. Los cojones», dijo, y siguió presentando. Y desvelando secretos, como los nervios de Sergio Ramos, «el indio de Camas», al centrar. También eligió a su mejor jugador del Mundial, «el quitanieves de Badía», Sergio Busquets. Y se empeñó en decir que Silva mide 1,40. «El pony», le llamó.Madrid fue anoche más «Roja» que nunca.La Explanada se quedó pequeña- Aúltima hora de la tarde el Ayuntamiento de Madrid pidió a los madrileños que no acudieran a la Explanada del Rey por «motivos de seguridad». El espacio habilitado frente al escenario estaba repleto de gente y si seguían llegando los aficionados que habían seguido el recorrido del autobús, la cosa podía complicarse. - El Samur tuvo trabajo, aunque afortunadamente todo fueron lesiones menores. Las lipotimias, fruto del intenso calor y de la larga espera hasta la llegada de los internacionales, fueron el percance más frecuente. La pasión por «La Roja» estaba por encima de todo.