La magia debe esperar

Acostumbrados a las mudanzas, con la temporada recién arrancada y en pleno puente, la visita manresana tampoco era un plato demasiado apetecible en la matinal del domingo. El Madrid invitó a los veteranos, trató de crear ambiente, pero todo se quedó en un sí pero no... Lo más positivo para los de Messina, una victoria que sirve para que el equipo siga construyéndose sin más urgencias de las necesarias.

El Assignia Manresa es uno de esos equipos que han hecho de la subsistencia su razón de ser. Son unos supervivientes y esta temporada no va a ser una excepción. Clásicos de la ACB (Alzamora, Montáñez o Lewis) se mezclan con fichajes de riesgo y jugadores que lo mismo podrían estar en la Adecco Oro, la Segunda División, que en la Liga alemana o en la turca... Sólo con eso, el Manresa logró sobrevivir casi durante 20 minutos. Un parcial de 8-0 antes del descanso y un 11-0 en el tercer cuarto liquidaron los interrogantes en el marcador, pero no en el juego madridista.

Messina charló con el lesionado Prigioni antes de comenzar el partido para enterrar sus desavenencias. Velickovic sigue siendo un interrogante. El serbio es un jugador con su selección y otro en el Madrid. Ni juega de «3», ni de «4». En realidad, de momento, no juega de nada.

Garbajosa apareció en los minutos de la basura; Tomic está pendiente de recuperarse de sus problemas físicos... Demasiadas incógnitas. A los manresanos, además de ensamblar sus piezas cuanto antes, les quedan por delante trabajos forzados para poder aspirar con fundamento a la permanencia.